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Estados Unidos y México no llegan a acuerdo sobre tarifas en el segundo día de negociaciones

Las delegaciones de EEUU y México continúan negociando un acuerdo bilateral para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos el lunes próximo.
El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard (i), ofrece declaraciones a los medios en el exterior del Departamento de Estado en Washington D.C (Estados Unidos)
El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard (i), ofrece declaraciones a los medios en el exterior del Departamento de Estado en Washington D.C (Estados Unidos)EFE / EFE

WASHINGTON.—  El presidente Donald Trump renovó hoy su amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos el próximo lunes a menos que ocurra “algo dramático” en las negociaciones bilaterales en Washington, pero éstas siguen en punto muerto y sin visos de solución.

“Algo muy dramático podría ocurrir (en las negociaciones). Le dijimos a México que los aranceles van, y hablo en serio”, dijo Trump.

El mandatario destacó el avance en las negociaciones entre EEUU y México, a la vez que criticó a senadores republicanos que sopesan bloquear la puesta en marcha de los aranceles.

Los senadores republicanos “no tienen idea de lo que hablan respecto a los aranceles”, argumentó.

Trump hizo esas declaraciones antes de emprender su viaje a Normandía para la conmemoración del 75 aniversario del asalto del “Día D” que desencadenó la caída de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Según reportó el diario “The Hill”, citando un borrador al que tuvo acceso, Trump prevé declarar una nueva emergencia nacional -la segunda desde febrero pasado- para justificar la imposición de aranceles, culpando a México de no hacer lo suficiente para “reducir la migración masiva” de personas que cruzan ilegalmente la frontera sur.

El mandatario regresará a Washington mañana por la tarde de su gira por el Reino Unido y Francia, y se desconoce si esa declaración ocurriría mañana mismo.

La reunión de alto nivel el miércoles en la Casa Blanca, encabezada por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el vicepresidente, Mike Pence, no arrojó el esperado acuerdo para evitar los aranceles del 5% a las exportaciones mexicanas, que incrementarían paulatinamente por el mismo porcentaje hasta alcanzar el 25%, de forma permanente, en octubre próximo.

El encuentro de hoy en la Casa Blanca, sólo entre otros miembros de la comitiva mexicana con asesores de los departamentos de Estado y Seguridad Nacional y la mansión presidencial, tampoco logró avances hacia un acuerdo bilateral.

Fuentes allegadas a las negociaciones dijeron a Noticias Telemundo que las conversaciones en la Casa Blanca “concluyeron por hoy”.

La posición de EEUU “no ha cambiado, y seguimos adelante con los aranceles en estos momentos”, dijo, por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en una declaración enviada a Noticias Telemundo.

El portavoz de la cancillería mexicana, Roberto Velasco Alvarez dijo en su cuenta en Twitter que “se sigue explorando opciones para atender el número creciente de migrantes indocumentados que atraviesan por México”.

“La postura de EEUU está enfocada en las medidas de control migratorio, la nuestra en el desarrollo. No hemos llegado aún al acuerdo pero continuamos negociando”, puntualizó.

Las negociaciones continuaron en el Departamento de Estado a partir de las 5:30pm hora local, centradas en cómo fortalecer la cooperación bilateral en el campo migratorio.

Al salir de la reunión en el Departamento de Estado, Ebrard dijo a la prensa que México comunicó al gobierno de EEUU que desplegará a 6,000 soldados de la Guardia Nacional a su frontera con Guatemala para poner coto a la migración ilegal desde Centroamérica.

También confirmó que las negociaciones, que avanzan aunque sin acuerdo aún, continuarán mañana.

 "Así son las negociaciones, seguimos adelante", dijo Ebrard.

Respecto a las presiones de EEUU para atajar la emigración ilegal, el canciller ha dicho esta semana que la postura mexicana es que “hay que tomar medidas no solo en lo inmediato y no sólo punitivas para que esto tenga una solución posible”.

La cancillería mexicana ha venido armada de datos sobre la importancia de México para la economía estadounidense: tan solo entre enero y abril pasado, ha generado más de $200,000 millones en comercio con EEUU.

 Mientras tanto, varios líderes republicanos del Senado, y demócratas en la Cámara de Representantes, han dejado en claro que promoverán una resolución de rechazo a los aranceles -si entrasen en vigor-, por el enorme daño económico que haría para ambos países.

El presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Richard Neal, dijo en un comunicado que está listo para presentar una resolución de rechazo en cuanto entren en vigor los aranceles.

 “Si el presidente declara una emergencia nacional e intenta aplicar estos aranceles, yo presentaré una resolución de rechazo para frenar el exceso” presidencial, prometió Neal.

Sin embargo, no está claro que, pese a presiones políticas del empresariado, el Congreso tenga amarrados los votos de dos tercios de los legisladores para superar un veto presidencial.

Además, el Congreso también se enfila hacia un nuevo enfrentamiento con la Casa Blanca por la solicitud que hiciera en mayo pasado de unos $4.500 millones en fondos de emergencia para incrementar la seguridad fronteriza.

Según adelantó el diario “The New York Times”, la Administración Trump presiona a México para que suscriba un acuerdo como “tercer país seguro”, lo que obligaría a que los migrantes centroamericanos pidan estancia legal o asilo en México y no pasen hacia EEUU.

El lunes pasado, Ebrard dejó en claro que México no aceptaría semejante concesión, y enumeró las medidas que ha tomado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para brindar ayuda humanitaria a los migrantes en su territorio y para reducir el paso de migrantes que se cuelan por su frontera sur.

El director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), Mark Morgan, dijo en un encuentro con periodistas esta semana que México tiene 150 millas de “puntos de embotellamiento” en su frontera con Guatemala y, a su juicio, bien podría aumentar las operaciones de interdicción en varias carreteras en la zona.