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Trump arranca su visita al Reino Unido con un ataque contra el alcalde de Londres. "Es un perdedor"

Antes de aterrizar el presidente arremetió contra Sadiq Khan, al que comparó con el "tonto e incompetente" edil de Nueva York, Bill de Blasio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este lunes a Londres para iniciar una visita de Estado de tres días al Reino Unido, donde será recibido por la reina Isabel II y se reunirá con la primera ministra británica, Theresa May.  

El avión presidencial, el Air Force One, aterrizó a las 7.55 GMT en el aeropuerto londinense de Stansted donde Trump, acompañado por la primera dama, Melania Trump. 

Antes de aterrizar el presidente arremetió contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, a quien llamó "perdedor" y al que comparó con el "tonto e incompetente" edil de Nueva York, Bill de Blasio. En un primer mensaje en Twitter, Trump dijo que "se mire por donde se mire, Sadiq Khan ha hecho un trabajo terrible como alcalde de Londres, ha sido 'desagradable' con el presidente de Estados Unidos, de lejos el aliado más importante del Reino Unido". 

"Khan me recuerda muchísimo a nuestro muy tonto e incompetente alcalde de Nueva York (Bill) de Blasio, que también ha hecho un trabajo terrible, solo que es la mitad de alto. En cualquier circunstancia, tengo ganas de ser un gran amigo del Reino Unido, y tengo muchas ganas de esta visita", apuntó en otro tuit.

El pasado domingo, en un artículo divulgado por el dominical The Observer, el alcalde de Londres había comparado el lenguaje utilizado por el mandatario estadounidense para movilizar a sus seguidores con el de "los fascistas del siglo XX". Khan criticó los honores con que Trump está siendo recibido en el Reino Unido.

Con toda la pompa que rodea la visita, la reina Isabel II, de 93 años, ha dado la bienvenida oficial antes del mediodía al presidente en el palacio de Buckingham, donde esta noche habrá un banquete de Estado en el que ambos pronunciarán discursos. Se espera que haya manifestaciones, incluido el posible regreso de un globo hinchable que muestra al presidente como un bebé. 

Trump volvió el lunes a Europa, donde ha tensado amistades históricas e insultado a sus anfitriones en visitas anteriores.  La agenda para el viaje combina la ceremonia y los actos oficiales: una visita de estado y una audiencia con la reina Isabel II en Londres, té con el príncipe Carlos ceremonias de recuerdo del Día-D a ambos lados del Canal de La Mancha y su primera visita presidencial a Irlanda, que incluirá una estancia en su club de golf en la costa. 

Sin embargo, el presidente llegó en un momento complicado, coincidiendo con una nueva oleada de llamadas a impugnarle en su país y con la incertidumbre al otro lado del Atlántico. 

La primera ministra británica, Theresa May, dejará el cargo apenas unos días después de la visita de Trump, y se espera que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aproveche el 75 aniversario de la batalla que cambió el rumbo de la II Guerra Mundial para pedir que se refuercen los lazos multinacionales que el mandatario estadounidense ha debilitado. 

Hace un año, Trump fue un invitado poco cortés que criticó a May en una entrevista apenas unas horas antes de aterrizar en Inglaterra. Eso ha vuelto a ocurrir, en esta ocasión sin atacar a May pero elogiando a su rival, el aspirante a primer ministro Boris Johnson, justo antes de que la mandataria abandone el liderazgo del Partido Conservador por su fracaso a la hora de conseguir un acuerdo de Brexit. 

“Creo que Boris haría muy buen trabajo. Creo que sería excelente”, dijo Trump a The Sun. “Me gusta. Siempre me ha gustado. No sé si será elegido, pero creo que es muy buen tipo, una persona de mucho talento”. 

Antes de salir de la Casa Blanca el domingo por la noche, Trump volvió a comentar los asuntos internos de sus anfitriones. Dijo al Sunday Times que Gran Bretaña debería “marcharse” de las negociaciones del Brexit y negarse a pagar los 39.000 millones de libras (49.000 millones de dólares) del acuerdo de divorcio si no consigue unos términos mejores de la Unión Europea. Señaló que quizá se reuniera con otro político partidario del Brexit, Nigel Farage, durante su visita, y afirmó que Farage debería tener un puesto en las negociaciones del Brexit. 

En un viaje a Bruselas el pasado verano, criticó a los líderes de la OTAN por sus presupuestos de defensa y estuvo cerca de sembrar el pánico por los rumores de que se estaba planteando abandonar la alianza formada tras la II Guerra Mundial. Apenas unos días después, en Helsinki, Trump conmocionó a las capitales europeas al ponerse del lado del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y en contra sus propias agencias de inteligencia. 

En su visita más reciente a Europa, el pasado noviembre en Francia, Trump fue muy criticado por faltar a una ceremonia en un cementerio militar estadounidense para recordar el centenario del final de la I Guerra Mundial cuando la lluvia impidió volar a su helicóptero. Otros mandatarios europeos, por su parte, aguantaron en pie bajo la lluvia para rendir tributo a los caídos.

 

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