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La Corte Suprema da un respiro a cientos de miles de inmigrantes en riesgo de ser deportados

Rechaza la petición del Gobierno de Trump para acelerar una decisión que pondría en peligro la residencia de casi un millón de migrantes.
Imagen de archivo de la Corte Suprema. A la derecha, documentos oficiales.
Imagen de archivo de la Corte Suprema. A la derecha, documentos oficiales. AP / AP

La Corte Suprema ha rechazado la petición del Gobierno presidido por Donald Trump para acelerar su resolución sobre la Condición de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), que protege de la deportación a cerca de 700.000 jóvenes llegados al país ilegalmente de la mano de sus padres cuando eran niños (conocidos como soñadores).

El Departamento de Justicia anunció en septiembre de 2017 el final de DACA, un programa creado por el ex presidente demócrata Barack Obama en 2010, dejando así a sus beneficiarios sin permiso de trabajo y residencia y al borde de la deportación. Sin embargo, asociaciones de derechos civiles contestaron esta decisión ante la justicia, que en cortes federales y de apelación ha anulado el final de DACA.

El Gobierno, que presionó a los jueces para que tomaran su decisión cuanto antes, a sabiendas de que la última palabra la tendría la Corte Suprema, quiso también requerir a ésta un dictamen antes de final de mes, pero los magistrados han denegado este lunes esa urgencia.

Por tanto, habrá que esperar al menos hasta otoño para saber si la Corte Suprema acepta el caso. Si lo rechaza, DACA seguirá en vigor, pues así lo han decidido dos cortes de distrito. Si lo acepta, habrá que esperar en cualquier caso a su decisión definitiva sobre la legalidad de la decisión de Trump.

La Corte Suprema ya analizó en 2016 un programa muy similar a DACA, que permitía en este caso quedarse en el país a indocumentados con hijos estadounidenses (DAPA, aprobado también por Obama). El caso sin embargo no se resolvió, por un empate entre cuatro jueces conservadores y cuatro progresistas; eso permitió anular DAPA, puesto que un tribunal inferior lo había ordenado así. Ahora, la Corte Suprema tiene cinco conservadores (dos de ellos, nombrados por Trump) y cuatro progresistas.

Este martes, la Cámara de Representantes votará un proyecto de ley que permitiría abrir un camino a la ciudadanía a los soñadores, y previsiblemente se aprobará, puesto que el Partido Demócrata controla esta cámara. Sin embargo, luego deberá ser refrendado por el Senado, de mayoría republicana, y firmado por el presidente.

Esto último parece complicado, toda vez que Trump está utilizando a los soñadores como una pieza en la negociación de una reforma migratoria mucho más ambiciosa, atascada en el Congreso por falta de acuerdo con los demócratas (e incluso con los republicanos más moderados).