A partir del próximo 30 de junio, los menores de edad que llegaron a la frontera estadounidense sin compañía de un adulto verán más trabas para solicitar asilo tras una medida que el presidente Trump planea volver a poner sobre la mesa.
Se trata de una práctica del 2009 que se deriva de la Ley de Reautorización para la Protección de Víctimas de Trata (aprobada en el 2008 por el presidente George Bush) que estableció que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) sería el primer organismo encargado de escuchar y resolver las solicitudes de asilo de los niños.
"Estas protecciones se implementaron reconociendo las vulnerabilidades únicas de los niños migrantes que viajan solos", señaló Sarah Pierce, una analista de políticas del Instituto de Políticas de Migración.
De acuerdo a la página BuzzFeed News, antes de que la administración Trump decidiera poner en vigor este procedimiento, los menores con procesos de deportación tenían la oportunidad de presentarse ante USCIS y, si sus casos no eran aprobados, un tribunal de migración podía escucharlos en un segundo intento.
Ahora, solo los agentes de USCIS serán los encargados de decidir el destino de los migrantes y tendrán como base la evaluación presentada por los oficiales de la Patrulla fronteriza.
De esta manera podrán determinar si la persona que presentó la solicitud era un niño no acompañado al momento de la petición sin contar con el reporte inicial. Además, los mayores de 18 años al momento de la presentación no podrán aplicar.
"Al aumentar los puntos en los que se reexamina la designación original de los niños no acompañados, se aseguran de que menos niños se beneficien de estas protecciones, y que a la menor cantidad de niños se les conceda asilo", explicó Pierce.
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