Un equipo de fútbol español compuesto mayoritariamente por migrantes ha encontrado una forma ingeniosa de protestar contra los insultos racista que reciben cuando salen a disputar un partido.
Los integrantes del Alma de África, con su sede en la ciudad de Jérez de la Frontera, en el sur de España, salieron a jugar el pasado domingo con los insultos que lanzan contra ellos cuando salen al campo impresos en sus camisetas en lugar de sus nombres.
“Yo jugué con la palabra 'Mono' a la espalda. Lo hicimos para decirle a todo el mundo que no somos delincuentes. Que somos personas y que no molestamos a nadie. Todavía escuchamos estos insultos y es algo que sufrimos nosotros y también los profesionales. Hace poco, un jugador de la Juventus se encaró con toda una grada. Recuerdo también que Eto’o estuvo a punto de parar un partido”, ha dicho Eric Josué Amang, mediocentro y defensa central del Alma de África, al diario español EL PAÍS.
En el último partido de la temporada el pasado domingo en sus camisetas se podía leer: “Mono”, “Negrata”, “Esclavo”, “Simio”, Sudaca”, “Sin papeles”, “Gorila”, Gitano”, “Indio”, “Nigga”, “Moro”, “Ilegal”, “Morenito”, “Escoria”, “Inmigrante” y “Negro”. En su lugar tendrían que haber estado sus nombres: Omar, Bassirou, Eric, Abdoulaye, Osaivbie, Ivan, Issa Abdou, Mourtalla, Abdelmounim, Modou o Mohamed.
El equipo, de cinco años de antigüedad, juega en una competición regional menor. Además de jugadores locales, el equipo incluye entre sus filas migrantes de Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Marruecos, Mauritania, Senegal, Ghana, Burkina Faso y Togo.
Según el club, su misión es "promover una mejor calidad de vida para los jóvenes inmigrantes africanos que residen en Jérez de la Frontera y la armonía intercultural de sus ciudadanos".