IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

“Es el fin de la inmigración legal”. Fuertes críticas al posible director de USCIS, que comparó migrantes y ratas

Quiere quitar a los hijos de indocumentados el derecho a la ciudadanía, prohibir el aborto y la homosexualidad, y permitir despedir a quien hable español en el trabajo.

El candidato favorito para dirigir el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) ya está causando una fuerte polémica y ni siquiera ha sido designado aún por el presidente, Donald Trump.

L. Francis Cissna dimitió el pasado viernes como director de esta agencia federal, “a petición del presidente”. Fue la última (hasta el momento) de una catarata de salidas entre los responsables de la política migratoria, que había alcanzado anteriormente a la secretaria del Departamento de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, o al director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), Ronald Vitiello.

Detrás de estos relevos se adivinó la mano del asesor presidencial Stephen Miller, y un intentó de endurecer aún más si cabe la política migratoria del Gobierno.

Y eso que Cissna no era precisamente blando en ese sentido. Pese a ser hijo de una inmigrante peruana, y estar casado con la hija de una inmigrante de Oriente Medio, el ya ex director de USCIS eliminó de la página de Internet de la agencia la frase que definía a Estados Unidos como “una nación de inmigrantes”, y endureció los procesos de obtención de visados y green cards.

Su posible sucesor, sin embargo, parece capaz de ir aún más allá.

Kenneth T. Cuccinelli II es ex fiscal general de Virginia y, según han indicado fuentes de la Casa Blanca al diario The New York Times, el elegido del presidente para dirigir USCIS.

Cuccinelli ha comparado la política migratoria con la exterminación de ratas y otras pestes; ha calificado de “invasión” la llegada de inmigrantes; ha intentado quitar a los hijos de inmigrantes indocumentados el derecho a la ciudadanía pese a haber nacido en Estados Unidos (una idea inconstitucional también defendida por Trump); y se ha mostrado a favor de permitir a los empresarios despedir a los trabajadores que no hablen en inglés en su empleo.

Además, ha realizado comentarios derogatorios contra mujeres; ha criticado la homosexualidad, defendiendo que se convierta en delito la sodomía; y ha cuestionado el derecho al aborto (reconocido por la Corte Suprema).

“La dimisión de Francis Lee Cissna como director de USCIS y la posible designación de Ken Cuccinelli como su sucesor marca el final de la inmigración legal tal y como existe en la actualidad”, ha lamentado Danielle Spooner, presidenta del sindicato que representa a todos los trabajadores de la agencia federal.

“Está claro que el objetivo de esta Administración es acabar con toda la inmigración”, ha añadido Spooner, “qué mejor para ello que colocar al frente de USCIS a una persona que no sabe nada de inmigración, ajuste de estatus o naturalización, y cuyo único propósito es destruir la agencia que concede esos beneficios”.

La opinión del sindicato puede ser relevante: a principios de año, el Senado pospuso indefinidamente la designación de Vitiello como nuevo director de ICE tras la oposición del sindicato de esta agencia, y Trump terminó por retirar su candidatura. Entonces, el presidente dijo que lo había hecho para buscar a alguien “más duro”.