IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Inmigrantes logran por error una licencia de manejo oficial como si fueran ciudadanos. Tiene una estrella dorada

Hay inmigrantes que están recibiendo su licencia de manejar como si fueran ciudadanos. Es un error, pero podría beneficiar ilegalmente a cientos de miles de personas.

Si su licencia de conducir no tiene una estrella dorada en la esquina superior derecha, debe renovarla cuanto antes para que siga sirviéndole como documento válido de identificación ante el Gobierno federal. Todavía hay seis estados en los que esta renovación obligatoria no se ha llevado a cabo, y cuyos ciudadanos se arriesgan a no poder usar por ejemplo sus licencias para subir a un avión.

En California, sin embargo, la situación es más complicada porque el Gobierno federal ha colocado bajo revisión la tarea de las autoridades estatales, y puede obligar a tres millones de personas a volver a tramitar sus documentos de nuevo.

Además, una investigación periodística ha descubierto que se están entregando licencias certificadas a inmigrantes que carecen de un permiso de residencia permanente, que podrían usar así ilegalmente para evadir al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) si se diera el caso.

¿Qué hay que hacer? En 44 estados (y Puerto Rico), nada: su licencia ya cumple con los requisitos de la ley de Real ID. Son los que aparecen en verde en este mapa. Si su licencia tiene una estrella dorada en su esquina superior derecha, es que cumple la normativa y puede usarla para vuelos nacionales o para entrar en edificios federales.

El resto de estados (excepto California), es decir, Oregón, Oklahoma, Kentucky, Nueva Jersey y Maine, han obtenido una prórroga, de forma que, provisionalmente y mientras el Departamento de Seguridad Nacional no diga lo contrario, sus licencias seguirán siendo válidas para vuelos domésticos. La fecha límite para la que no caben más prórrogas es el 1 de octubre de 2020.

¿Es obligatorio? No. Para conducir o votar, por ejemplo, sirve la licencia de conducir antigua. Para vuelos nacionales, puede usar su pasaporte, tarjeta militar y otras formas de identificación. Y, recuerde, para volar al extranjero necesita su pasaporte en todo caso, no puede volar con ninguna licencia de conducir, con o sin estrella dorada.

Además, algunos estados emiten licencias de conducir especiales para inmigrantes indocumentados, pero no deben ser usadas como forma de identificación para tomar un vuelo.

¿Qué ha ocurrido en California? El Departamento federal de Seguridad Nacional advirtió en noviembre al Departamento estatal de Vehículos de Motor que estaba emitiendo tarjetas de identificación sin cumplir los requisitos necesarios, porque debía pedir dos pruebas de residencia en vez de una.

Pero las autoridades estatales no lo hicieron público de inmediato, lo que dejó en el aire la validez de más de tres millones de tarjetas ya emitidas. California aseguró sin embargo que las tarjetas ya existentes son válida, aunque ahora ya es necesario presentar  dos pruebas de residencia.

La respuesta del Departamento de Seguridad Nacional fue poner a California bajo revisión, enviando una carta al gobernador, el demócrata Gavin Newsom, en la que le advierte de que no ha sido capaz de asegurar la adecuada verificación de 3,6 millones de californianos que obtuvieron su licencia en ese periodo.

El Departamento californiano de Vehículos de Motor respondió enviando una carta por correo a las personas afectadas, bastando con devolver esa misiva para validar su domicilio como el correcto. Además, los afectados podían acudir a las oficinas o comprobar en Internet qué pueden hacer para resolver esta situación.

¿Y qué ha sucedido ahora además? Al menos un inmigrante sin residencia permanente ha recibido una tarjeta nueva con Real ID como si fuera ciudadano, es decir, más allá de la fecha de expiración de su visado según ha informado el diario The Modesto Bee.

Se trata de un soñador, es decir, un joven llegado al país de forma ilegal cuando era niño de la mano de sus padres, y hasta ahora protegido por la condición DACA (que el Gobierno de Donald Trump eliminó pero sigue provisionalmente activa a la espera del dictamen definitivo de la Corte Suprema).

El joven, cuya identidad no ha sido revelada, se puso en contacto con las autoridades estatales, que le indicaron que destruyera esa licencia y esperara a recibir una nueva por correo. Pero California no mantiene un registro de cuántas licencias está expidiendo a los soñadores, por lo que no puede comprobar si se trata de un error puntual o afecta a todos estos jóvenes.

En septiembre de 2017, cuando el Gobierno anunció el final de DACA, había 689.800 personas protegidas por este status migratorio (que permite trabajar, e impide la deportación), de las que 197.900 (el 29%) residían en California, según el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés). Sólo en Los Ángeles vivían casi 90.000.