A medida que una oleada migratoria lleva al mayor número de detenciones de indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras y El Salvador buscan una respuesta al problema que responda a las causas de la migración.
Este lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó la propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para frenar la migración hacia el norte y desarrollar la región sur de México y el llamado Triángulo Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.
Entre las medidas se plantea el incremento del gasto social, el combate a la corrupción y mejorar la seguridad. Y plantea la necesidad de aumentar el apoyo financiero y la inversión, probablemente de Estados Unidos.
AMLO, como se conoce por sus siglas al mandatario mexicano, dijo que el plan de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) era la mejor opción de Estados Unidos para contener el flujo migratorio.
"Va a la raíz del problema", dijo López Obrador. "La gente migra por necesidad, por falta de oportunidades de trabajo o por la violencia".
La CEPAL hizo el plan después de que López Obrador habló de la necesidad de desarrollar el sur de México junto con Guatemala, Honduras y El Salvador al asumir el cargo en diciembre.
El diagnóstico fue que la falta de crecimiento económico, la desigualdad, las ciudades inseguras y las áreas rurales marginadas, combinadas con sequías, inundaciones, violencia opresiva y la posibilidad de una mejor paga en Estados Unidos, impulsan a cientos de miles de personas al norte.
"No lo vamos a detener al final del día, pero ciertamente podemos cambiar la naturaleza", dijo Alicia Bárcela, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
Para ello, los gobiernos de México y del Triángulo del Norte deben aumentar su gasto social, crear un entorno para el desarrollo económico, invertir en el sector energético y mejorar la logística, dijo Bárcela. Deben brindar seguridad a su gente, abordar mejor los desastres naturales amplificados por el cambio climático e integrar sus economías.
Hay muchos obstáculos, y muchos de los objetivos se hacen eco de las propuestas anteriores para desarrollar la región. Crear un entorno para atraer inversiones internacionales requiere enfrentar la corrupción. Si bien López Obrador lo ha convertido en una prioridad de su joven gobierno, los funcionarios guatemaltecos están expulsando a una misión anticorrupción de las Naciones Unidas, que ha procesado a algunas de las figuras más poderosas del país.
El Salvador está esperando a que su nuevo presidente asuma el cargo en julio y Guatemala tiene elecciones presidenciales programadas para junio. Muchos migrantes hondureños que viajan en caravanas en los últimos meses mencionan la corrupción de ese país entre sus motivaciones para irse.
Al preguntarle de dónde vendría el dinero, Bárcela dijo que los gobiernos y las organizaciones internacionales han estado esperando un plan y ahora que hay uno, pueden trabajar para conseguir compromisos financieros.
Los Estados Unidos y México han estado discutiendo un acuerdo bajo el cual el gobierno de los Estados Unidos garantizaría unos 10.000.000 en inversiones de desarrollo para México y América Central.
El presidente mexicano repitió su deseo de cambiar la ayuda de Estados Unidos de la seguridad al desarrollo económico.
"Esta es también una opción para ellos (Estados Unidos), una alternativa, la mejor", dijo López Obrador.