IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Cómo el control de Venezuela sobre internet deja a sus ciudadanos en la oscuridad durante las crisis

Los venezolanos en el país están lidiando con los esfuerzos del gobierno por controlar internet para mantenerse en el poder y sofocar los levantamientos que amenazan con destituir al presidente Nicolás Maduro.

CARACAS - Cuatro días después de escuchar por primera vez sobre un intento de levantamiento militar respaldado por el líder opositor de Venezuela, Aida Perozo todavía estaba esperando escuchar detalles sobre lo que había ocurrido exactamente.

Perozo, de 65 años, una maestra retirada de la ciudad de Maracaibo, en el noreste de Venezuela, tiene pocas fuentes de información. Las principales plataformas de medios sociales como Twitter, Instagram, YouTube y Periscope fueron bloqueadas el día del levantamiento por CANTV, la compañía estatal de internet y telefonía de Venezuela, según Venezuela Inteligente, una organización no gubernamental que defiende los derechos digitales.

CNN y la BBC, que estaban disponibles para aquellos con televisión por cable, también fueron retirados del aire. Y décadas de represión de los medios de comunicación han dejado al país con pocos periodistas independientes y una televisión estatal.

Y, encima de eso, se sigue yendo la luz.

"Si no fuera por las redes sociales, no nos enteraríamos de nada", dijo Perozo. "Como no tengo electricidad, en medio de la noche uso mi teléfono celular con la poca batería que tiene".

Perozo dijo que se despierta todos los días a las 3 a.m. hora local para verificar sus cuentas de redes sociales y responder a los mensajes en el servicio de mensajería cifrada WhatsApp, a la que su hija en España envía noticias grabadas en su teléfono inteligente. Los apagones intermitentes debidos al racionamiento de energía eléctrica del gobierno significan que Perozo a menudo pasa muchas horas sin electricidad o servicio de celular. Contó que duerme con su teléfono en la almohada.

Perozo, al igual que los venezolanos que aún se encuentran en el país, está lidiando con los esfuerzos del gobierno por mantenerse en el poder y sofocar los levantamientos que amenazan con destituir al presidente Nicolás Maduro. Estos han incluido el bloqueo de las redes sociales y los servicios de Internet, las aplicaciones de mensajería y las transmisiones de noticias.

La falta de información fue más evidente el 30 de abril, el día del fallido levantamiento militar de Venezuela. Esa mañana, Perozo recibió un video a través de WhatsApp a las 4 a.m. del líder opositor Juan Guaidó hablando desde una base militar y pidiéndoles a los venezolanos que salieran a las calles. Perozo se dio cuenta rápidamente de que había una especie de levantamiento militar a unas 265 millas de distancia, pero la señal de su teléfono celular se apagó poco después de eso.

En Caracas miles de venezolanos se apresuraron a acudir a la base militar para apoyar a Guaidó. Pero fuera de la capital, donde había más apagones y señales de teléfono más débiles, había pocas noticias de lo que se estaba desarrollando.

La sequía de información dejó a muchos en el país con pocos detalles sobre el levantamiento. En Maracaibo, personas como Perozo tomaron las calles. Otros golpearon ollas fuera de las ventanas de sus casas, pero tenían poca información más allá del anuncio inicial de Guaidó.

La falta de información se suma a los desafíos que Guaidó enfrenta a menudo para llegar a las masas, según Brian Fonseca, director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Internacional de Florida.

“El gobierno está tratando de interrumpir la planificación y la coordinación entre la oposición, detener la capacidad de inspirar a las masas en las calles y socavar la capacidad de comunicar la crisis a la comunidad internacional", dijo Fonseca.

Los esfuerzos de Venezuela para bloquear la comunicación basada en Internet han resultado en un juego del gato y el ratón entre el gobierno y sus ciudadanos.

Alrededor de 2014, la aplicación de walkie-talkie Zello se hizo popular y se usaba a menudo para comunicarse durante las protestas en todo el país hasta que el gobierno trabajó para bloquearla.

Durante violentas protestas contra el gobierno en 2017 que dejaron más de 100 muertos, algunos venezolanos expertos en tecnología evitaron apagones en las redes sociales al cambiar la configuración de sus dispositivos que les permitió acceder al Sistema Internacional de Nombres de Dominio (DNS), el equivalente a una agenda de Internet que conecta las direcciones URL con direcciones web numéricas. Los venezolanos también comenzaron a usar redes privadas virtuales (VPN) para acceder a Internet.

Desde 2018, muchos sitios web han sido bloqueados por el gobierno, lo que ha dejado a los venezolanos dependientes de aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram para mantenerse informados.

Periodistas y compañías de medios han divulgado información a través de las aplicaciones. Una iniciativa, llamada Servicio de Información Pública, tiene como objetivo informar a los venezolanos mediante el envío de grabaciones de audio de un minuto de las principales noticias del día a través de los grupos de WhatsApp. Luego, los mensajes se envían a otros en un esfuerzo de base para mantener a las personas informadas. Los sitios web de noticias también han creado canales de Telegram para enviar sus historias principales.

Los esfuerzos de Venezuela para controlar Internet se suman a los bloqueos similares de un número creciente de gobiernos de todo el mundo que han causado preocupación entre los defensores de la libertad de expresión.

“Los apagones de Internet son cada vez más comunes en todo el mundo como estrategia. Por lo general, es un bloqueo en tiempos de emergencia", dijo Danny O'Brien, director internacional de Electronic Frontier Foundation.

Sri Lanka cerró algunos sitios de redes sociales después de los atentados del Día de Pascua que dejaron cientos de muertos. Pero bloquear Internet también es una forma de evitar que los grupos de oposición organicen protestas, aunque esa estrategia también puede ser contraproducente.

"Siempre corre el riesgo de forzar a la gente a salir a la calle", dijo O'Brien.

Para los venezolanos, la lucha por encontrar información ha durado muchos años. Bajo Maduro y su predecesor, Hugo Chávez, gran parte de la prensa independiente de Venezuela desapareció, con más de 100 medios de comunicación cerrados y estaciones de televisión estatales que ofrecen poca cobertura de protestas.

En la región andina más remota de Venezuela, las noticias son aún más escasas. En el municipio de Carache, en el estado de Trujillo, han pasado dos meses desde que los residentes pudieron ver la televisión debido a los cortes de energía. Todo lo que tienen es una estación de radio estatal. Su señal de celular es intermitente.

Mileidy Andrades, de 35 años, confía en que sus familiares en Caracas le envíen mensajes sobre lo que está sucediendo en el país, pero la información limitada también significa que no tiene forma de separar los hechos de la ficción. La desinformación ha florecido en las aplicaciones de internet.

"Cuando finalmente recibo una señal, las noticias comienzan a llegar a través de WhatsApp, pero no sabemos si lo que vemos es verdad porque no hay forma de confirmar", dijo Andrades.

El día del levantamiento, algunos venezolanos celebraron lo que creían que era el derrocamiento de Maduro, solo para descubrir más tarde en el día que el levantamiento militar había fracasado.

"Esa noche, vimos en las redes sociales que no era así", dijo.

Relacionado: El gobierno de Trump prohíbe los vuelos de pasajeros y de carga entre Venezuela y EEUU