IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Inmigrantes militares reciben cada vez menos la ciudadanía estadounidense

Los inmigrantes militares que sirven en el Ejército estadounidense también se han visto afectados con las políticas de Trump: cada vez hay menos solicitudes para la ciudadanía

Un nuevo informe del gobierno reveló que a los inmigrantes que sirven en el ejército de Estados Unidos se les está negando la ciudadanía a niveles más altos que incluso a los civiles nacidos en el extranjero.

De acuerdo con una nota del medio McClatchy, este es el resultado de las estrictas políticas de migración que ha mantenido el presidente, Donald Trump, desde que llegó al cargo en el año 2016, según las últimas cifras obtenidas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de sus estadísticas trimestrales.

En el primer trimestre del 2019 USCIS negó el 16.6% de las solicitudes de ciudadanía hechas por militares inmigrantes en comparación con las no aprobadas de la población civil que ascendieron a 11.2%. Este informe es el número ocho desde que Trump está en la presidencia y, en seis de ellos, los civiles habían obtenido una mayor tasa de aprobación.

Elizabeth Ricci, una abogada que representa a los miembros migrantes del servicio militar, dijo que las personas estaban desanimadas por el clima turbio que existía en cuanto a cualquier proceso de naturalización.

“Hablamos de una pared todo el tiempo. Este es un muro invisible”, señaló.

Aunque la cifra de militares que solicitan la ciudadanía estadounidense constituye solo una fracción de las peticiones de los civiles, ambos grupos han sufrido una reducción importante en los últimos dos años.

De enero a marzo del 2017, hubo 3.069 solicitudes de inmigrantes nacidos en el extranjero que brindaban servicios militares en el país. Durante ese mismo periodo de tiempo, la cifra de civiles en la misma categoría ascendió a 286.892.

En tanto, funcionarios de USCIS señalaron que la caída en las solicitudes no se debía a ninguna traba por parte de la agencia.

"La caída en las aplicaciones de naturalización militar es probablemente atribuible en gran parte a la decisión del Departamento de Defensa de no renovar el Programa de Accesiones Vitales para el Interés Nacional [MAVNI] después de su vencimiento al final del FY17", señaló en un comunicado.

Sin embargo, en el 2019 no hubo ninguna mejoría. La agencia solo recibió 648 solicitudes de militares, lo que representó una disminución del 79%, mientras que por la parte civil se presentaron 189.410 solicitudes, una caída del 34%.

Aunque no existe una prueba concreta, muchos expertos y abogados aseguran que esta disminución puede ser el resultado de las políticas tomadas por la administración Trump en el 2017, cuando anunció cambios importantes en la manera en la que el Pentágono manejaría las solicitudes de ciudadanía por parte de soldados nacidos e el extranjero.

De acuerdo con la teniente coronel y abogada de la Reserva del Ejército Margaret Stock, esta medida tuvo un gran impacto. Mientras que antes los inmigrantes militares podían unirse a una capacitación básica una vez que se había iniciado una investigación de sus antecedentes penales y comenzar el proceso de ciudadanía, bajo la nueva política no podrían asistir a esa capacitación hasta que su chequeo estuviera completo.

Además, otros cambios como el que solo los oficiales de mayor rango estaban autorizados para firmar los formularios de USCIS y confirmar que el peticionario había cumplido con su deber, también dificultaban el proceso puesto que en muchas ocasiones las tropas estaban situadas en campamentos lejanos.

Stock también aseguró que la falta de guía en las unidades de soldados inmigrantes era “intencional” y que formaba “parte de una cultura general del no”.

Un ejemplo de la demora en el proceso es el caso del inmigrante indio Ajay Kumar Jaina, de 33 años, quien llegó a Estados Unidos a través de una visa H-1B para trabajar en Veritas Healthcare Solutions gracias a su maestría en análisis farmacéutico y quería unirse al Ejército para contribuir con su trabajo y convertirse en ciudadano estadounidense.

Han pasado tres años desde entonces para poder asistir a la capacitación básica que necesita para iniciar su proceso de solicitud. De nada vale que haya cumplido con sus tareas durante más de 20 fines de semana, hasta el momento su rol se ha restringido a la administración y el inventario de productos.

“Cuando me inscribí en el Ejército me informaron sobre mi ubicación de entrenamiento básico. Me dijeron que dentro de seis meses se verificarían mis antecedentes y luego podría ir a básico para después solicitar la ciudadanía", relató.

Sin embargo, aún no ha tenido ninguna noticia y su visa está a punto de vencerse por lo que tendría que regresar a la India y realizar el mismo proceso para poder ingresar de manera legal a Estados Unidos.

RELACIONADO:

El Pentágono sopesa que soldados tengan contacto con migrantes en la frontera

  •