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Lograr un visado es ahora más difícil: cómo cambió Trump el proceso y a quién perjudica

Con Obama era mucho más fácil conseguir estos visados aunque también había trabas. Le explicamos qué ha cambiado y quién está más preocupado.

La política restrictiva aplicada por el Gobierno de Donald Trump a la concesión de visados de trabajo a inmigrantes está perjudicando no sólo a los extranjeros que sueñan con construirse una vida en este país, sino también a empresas y a organizaciones estadounidenses que necesitan de esa mano de trabajo para mantener su vigor y el de la economía nacional.

Esto lo admite incluso el propio presidente: “Necesitamos a gente, gente buena y cualificadaqueremos que vengan, necesitamos a gente”, indicó Trump en enero. En marzo, insistió: “Queremos que venga un montón de gente, y los necesitamos”, “queremos que las empresas crezcan, y la única manera en que van a crecer es si les damos los trabajadores”.

Un reciente informe destacó la necesidad de aumentar el número de visados para trabajadores de alta cualificación, so riesgo de que terminen emigrando a Canadá cuando más los necesitan las empresas estadounidenses

Pero no parece que las políticas de Trump vayan en ese sentido.

El número de visados H-1B concedidos a trabajadores cualificados sigue estancado en 85.000, pese a que la demanda supera desde hace años los 200.000 permisos anuales.

Esto lleva a celebrar una lotería para asignar esos visados al azar, un sistema que ya estaba en vigor con el demócrata Barack Obama en la Casa Blanca, pero que ha empeorado para los solicitantes ahora que gobierna Trump.

Porque ganar el sorteo sólo es el primer paso: luego la aplicación es sometida a un escrutinio creciente que ha provocado este año que seis de cada 10 solicitantes deban aportar información adicional (el triple que antes de Trump).

El número de solicitantes que, tras ganar la lotería, finalmente consiguen el visado ha caído del 96% en 2015 al 75% este año, según la web informativa Quartz.

Esto ha afectado a las compañías tecnológicas, entre las que parece comúnmente aceptado que hay un índice de fraude en la tramitación de estos visados, esencialmente para trabajadores indios o chinos.

Pero también ha perjudicado a otras industrias críticas, como la educación, la sanidad y la agricultura.

Así, por ejemplo, la presidenta de la Sociedad Americana de Patología Clínica, Melissa Upton, ha escrito una carta al Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) para transmitirle su preocupación por la reducción de visados a técnicos médicos.

Otras compañías han renunciado directamente a solicitar la ayuda de trabajadores extranjeros mediante estos visados, según informa la citada web. Entre ellas hay centros médico como el Hospital de Florida, o instituciones educativas como la Universidad de Medicina de Massachusetts.