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“Hay un lugar especial en el infierno para mí”, dijo este asesino en serie. Agarraba a jovencitas en una feria

Después del primer crimen, escribió un misterioso mensaje en Facebook. Un accidente de auto interrumpió su matanza, vinculada a una feria de atracciones. Así le atraparon.

James Michael Wright, de 23 años, manejaba su camioneta Chevy plateada el martes 19 de marzo por el condado de Washington (al norte de Vermont, cerca de la frontera canadiense) cuando su vehículo se salió de la calzada y se estrelló de frente contra un autobús escolar.

Ningún niño resultó herido, pero Wright tuvo que ser trasladado en helicóptero a un aeropuerto, con la cadera, una pierna y un brazo rotos.

Sus familiares y amigos le mandaron muestras de apoyo a través de las redes sociales, pero entre esos mensajes se entremezcló otro desesperado: “¿Has visto a Athina?, escribía un hombre, “ha desaparecido, la gente dice que estaba contigo, soy su padre”.

El hombre dejó su teléfono para que le llamara, pero probablemente Wright no lo hizo, o no tuvo tiempo de hacerlo: dos días después, era detenido como presunto autor de una serie de asesinatos que durante casi tres semanas sembraron de muerte ese condado remoto de Vermont.

Wright trabajaba en una feria de atracciones (con norias, carruseles, etcétera) que recorría arriba y abajo la Costa Este para disfrute de niños y adultos.

Entre el 28 de febrero y el 17 de marzo, el hombre acabó presuntamente con la vida de tres mujeres de entre 17 y 25 años de edad a las que había conocido a través de la feria y a las que atrajo hasta su vivienda en Vermont

Allí las mataba a tiros, según el sheriff del condado, Fred Newman.

Wright admitió las muertes, pero señaló que se había tratado de disparos accidentales, según el policía, que añade: “Lo encontramos difícil de creer”.

Athina Hopson, de 25 años, fue supuestamente su última víctima. Estaba pasando dificultades financieras, así que aceptó limpiar la casa del hombre.

En la noche del 17 de marzo acudió a recogerla, pero nunca la trajo de vuelta. El hombre aseguró que la había dejado en casa justo antes de sufrir el accidente. Pero la policía encontró en su auto destrozado el teléfono de la joven.

En la casa de Wright hallaron los cuerpos de dos mujeres, identificadas como Elizabeth Marie Vanmeter, una joven de 22 años de Tennessee, y Joslyn Alsup, hija de un compañero de la feria, y de sólo 17 años.

“En resumen, este individuo mató a tres mujeres en un periodo de 18 días”, dijo el sheriff, “el accidente que tuvo dos días después del último asesinato puso fin a esta serie de incidentes”.

Wright supuestamente confesó tras el hallazgo de los cadáveres en su casa. Aseguró, según el sheriff, que mató a Vanmeter tras una pelea y la enterró cerca de su vivienda. Según documentos judiciales, la mujer tenía la edad mental de una niña de 13 años.

En la tarde del asesinato, Wright publicó en Internet un mensaje en el que se decía: “Sé que hay un lugar especial en el infierno para mí: el trono”.

Respecto a Alsup, aseguró haber tenido sexo con ella en un bosque cerca de su casa, y luego haberla disparado por error cuando trataba de matar a un animal. Luego colocó el cadáver debajo de un montón de troncos.

A Hopson la disparó en la cabeza dos veces, según los investigadores. Su explicación fue que, durante un paseo, se tropezó y se le disparó el arma. Colocó el cuerpo en su camioneta, dijo, pero de camino al hospital se le cayó y rodó por una ladera hasta un río. Él terminó de empujar el cadáver al agua.