El diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del presidente Jair Bolsonaro, defendió este martes que Brasil posea armas nucleares y alegó que el país sería más respetado en el exterior si las ostentase.
Eduardo Bolsonaro, que se ha destacado por polémicas declaraciones como su padre, dijo que el país tiene que comenzar a discutir la posibilidad de desarrollar armas nucleares, durante un pronunciamiento para militares en una ceremonia de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, de la que es presidente.
En su opinión, Brasil sería "más respetado" si tuviese un "poder bélico mayor".
"Si ya contásemos con los cazas Gripen (que Brasil encomendó a la sueca Saab), los submarinos del Prosub (programa por el que el país está construyendo cinco sumergibles), y el submarino (de propulsión) nuclear, que tiene mayor autonomía; si tuviésemos un efectivo mayor, un poder bélico mayor, tal vez seríamos más respetados por (el presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro o temidos, quien sabe, por China y Rusia", dijo el legislador.
El diputado admitió que el asunto es tabú en Brasil ya que el país es signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear y del Tratado de Tlatelolco, que veta las armas nucleares en América Latina, pero alegó que el país firmó ambos documentos para no sufrir sanciones.
Pese a que no fue citada por el legislador en su pronunciamiento ante los estudiantes de la Escuela Superior de Guerra, la Constitución brasileña también prohíbe las armas nucleares en el país.
"Es un tema muy complicado, pero creo que un día puede volver a ser debatido aquí (en el Congreso). Quién sabe y rescatamos los discursos de (el fallecido diputado) Eneas Carneiro", afirmó en referencia a un folclórico candidato presidencial que defendía que Brasil desarrollase armas nucleares.
"Son las bombas nucleares las que garantiza la paz en Pakistán. ¿Cómo sería la relación entre Pakistán e India si solo uno de los dos tuviese bombas nucleares? ¿Será que sería de la misma manera que hoy? Claro que no", agregó.
Eduardo Bolsonaro se dijo un entusiasta de esa visión pese a saber que lo van a acusar de ser un incendiario y de tener un discurso agresivo.