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Un hombre y dos mujeres mueren por flechas de ballesta. Otros dos cadáveres han ahondado el misterio

Fueron hallados sobre una cama de un hotel, agarrados de la mano y atravesados por flechas. A sus pies, otra mujer con otra flecha clavada. El misterio se agravó con otros dos cadáveres.

Al abrir la puerta de la habitación del hotel, la mucama hizo un macabro descubrimiento. Y no sería el único. Ahora las autoridades investigan una cadena de misteriosos asesinatos aún sin explicación.

En la cama del hotel yacía un hombre de 54 años, agarrado de la mano de una mujer de 33 años. Ambos estaban muertos, empalados por varias flechas clavadas en sus cabezas y pechos.

En el suelo yacía otra mujer, de 30 años, atravesada también por una sola flecha, y sobre un charco de sangre.

Los tres eran alemanes. El hombre era un arquero diestro que a menudo llevaba ballestas en su camioneta blanca, pero la policía no ha revelado qué pudo suceder dentro de la habitación triple de ese coqueto hotel en Wittengen, una ciudad al sur de Alemania, junto a la frontera austriaca.

En la habitación fueron halladas tres ballestas, y numerosas flechas en el suelo.

Los tres huéspedes habían llegado al hotel en la noche del viernes, durante una extraordinaria tormenta, según la web informativa The Daily Beast.  Una de las mujeres había reservado la habitación por tres noches, a 85 euros (95 dólares).

No llevaban equipaje, según el responsable del establecimiento, y parecían “raros”, según otro huésped, que describió al hombre como vestido de traje y con barba blanca, y a las mujeres como vestidas completamente de negro.

Fueron hallados muertos a la mañana siguiente, al no responder a las llamadas a la puerta de su habitación triple.

“Asumimos que no hay otras personas implicadas en la muerte de estos tres”, dijo un portavoz policial, aunque pronto un nuevo hallazgo complicó la investigación.

Los cadáveres de otras dos mujeres fueron hallados el lunes en el apartamento de la víctima más joven, ubicado a más de 400 millas en Wittingen, un pueblito entre bosques en el norte de Alemania.
Según la policía, no murieron por heridas de ballesta.

La compra de armas de fuego está muy restringida en Alemania, pero las ballestas no son difíciles de adquirir para los mayores de 17 años para usos deportivos.