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Kirsten Gillibrand, la precandidata demócrata con un pasado 'rojo'

“Me voy a postular para presidente de los Estados Unidos, como una madre joven, lucharé por los hijos de otras personas tan duro como pelearía por los míos", dijo Gillibrand.

Senadora, abogada, madre de dos varones, escritora de cuentos de niños, y ahora candidata por la nominación demócrata en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

No fue gran sorpresa que la senadora demócrata por Nueva York Kirsten Gillibrand anunciará su candidatura por la nominación a la presidencia de su partido el pasado 17 de marzo. Unos meses antes había anunciado en ‘The Late Show with Stephen Colbert’ que lanzaría un comité exploratorio, el primer paso de muchos candidatos.

“Me voy a postular para presidente de los Estados Unidos, como una madre joven, lucharé por los hijos de otras personas tan duro como pelearía por los míos", dijo Gillibrand en el programa de comedia.

Gillibrand ha hablado abiertamente de cómo ser madre de dos la he llevado a ser defensora de los derechos de los niños y de las mujeres. Pero fue su abuela, Dorothea ‘Polly’ Noonan, quien le inculcó la pasión por la política como la líder del Club de Mujeres Demócratas en Albany por más de 30 años.

“Cuando era una niña de 10 años, escuchaba a mi abuela debatir temas importantes y eso me causó una impresión duradera”, dijo Gillibrand en un discurso en 2009, según el diario New York Times. “Lo que admiraba tanto de ella era su pasión. Pensé: “Algún día podré servir, algún día podré ser parte de esto”.

Y así lo haría.

Gillibrand ha sido senadora por 10 años del estado de Nueva York, en el que nació y se crió. Vive en Brunswick, junto a su esposo, Jonathan Gillibrand, y sus dos hijos, Theo y Henry.  

Ocupa el puesto que anteriormente le pertenecía a la ex rival de Trump, Hillary Clinton, desde 2009 cuando esta fue nombrada secretaria de Estado de Barack Obama.

Gilligrand, además de haber trabajado para la campaña de Clinton por el Senado en 2000, la llamó recientemente “un modelo a seguir para todos”. Pero de su esposo, no opina igual.

En 2017, Gillibrand dijo que Bill Clinton ha debido de haber renunciado a la presidencia por su relación con la pasante Monica Lewinsky hace unas dos décadas.

“Mis opiniones sobre su esposo son muy diferentes”, dijo Gillibrand, tras categorizar a Hillary como un ejemplo.

Gillibrand ha sido una de las voces más fuertes en el Congreso que apoyan al movimiento #MeToo. En 2013, presentó un proyecto de ley para cambiar cómo se manejan los casos de acoso sexual dentro del sistema de justicia militar y la cadena de mando. Gillibrand también fue de las caras más visibles en el Congreso en estar detrás de la doctora Christine Blasey Ford que acusó al juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh de acoso.

Además, fue de las primeras en pedir por la renuncia del senador Al Franken cuando fue acusado de acoso sexual, pero esto le costó críticas dentro de su mismo partido al no esperar que este fuera investigado y tuviera una audiencia ante el Congreso.

Pasado 'rojo'

Esta no sería la primera crítica que recibe por no estar en la misma página que muchos de su partido. Gillibrand tiene un pasado ‘rojo conservador’ que le ha salido entre los fantasmas durante la contienda que apenas empieza.

Gillibrand ha dicho recientemente que está a favor de cambiar el ICE, de una reforma migratoria, en contra de las separaciones familiares, y que apoya un camino a la ciudadanía para los Dreamers.

Pero en su página de campaña de 2006, apoyaba un proyecto de ley que autorizaría la creación de un muro fronterizo por más de mil millones de dólares.
"Apoyo la protección de nuestras fronteras, pero nuestra solución debe incluir más medidas para garantizar que los empleadores apliquen la ley con respecto a la inmigración ilegal, construir un muro o una cerca no es suficiente", dijo Gillibrand en el momento.

En el pasado, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) le dio una puntuación perfecta por apoyar el derecho a poseer armas.

CNN reportó que luchó por el derecho a portar armas cuando representaba a un distrito más conservador en la Cámara de Representantes de 2007 a 2009. Una vez en el Senado, cambió de opinión y ahora el NRA le da una pésima puntuación.

En un evento de CNN el pasado 27 de marzo, Gillibrand admitió que “no hizo lo correcto” al estar enfocada en lo que era necesario para su distrito, y no en las “necesidades de todos”.

Entre sus propuestas de campaña apoya al ‘Green New Deal’, el seguro médico universal, y ha dicho que solo nominaría a jueces a la Corte Suprema que respetan Roe V. Wade y los derechos reproductivos.

Gillibrand actualmente tiene 0.6% en las encuestas por la nominación demócrata, según Real Clear Politics, que hace seguimiento a un conjunto de encuestas.