Sola en una celda de la cárcel de Florida, así dio a luz supuestamente una mujer mentalmente enferma el mes pasado. La reclusa se quejó de las contracciones a última hora de la noche y suplicó a los guardias de la prisión que pidieran ayuda, pero en lugar de trasladarla a un hospital los agentes decidieron llamar a un médico de guardia que resultó no estar disponible durante horas y que finalmente no se presentó a tiempo para ayudar en el parto, según afirman los abogados de la mujer.
En ausencia del médico, Tammy Jackson, de 34 años, que de acuerdo al canal Local10 padece bipolaridad y esquizofrenia, dio a luz el pasado 10 de abril a una bebé en la cárcel North Broward Bureau, ubicada en Pompano Beach, sin ninguna asistencia médica.
"Lo que le pasó a la señora Jackson es indignante e inhumano", manifestó el defensor público de este condado, Howard Finkelstein, en una carta que remitió al alguacil local, Gregory Tony.
En la misiva señala además que los agentes del centro de detención para personas con necesidades especiales, donde estaba Jackson, tenían plena conciencia de su embarazo y enfermedad mental, y aún así no "protegieron a la Sra. Jackson ni al bebé".
"Es inconcebible que cualquier mujer, particularmente una mujer con enfermedades mentales, sea abandonada en su celda para dar a luz a su propio bebé", escribió Finkelstein en la carta del viernes, que adelnató The Miami Herald.
De acuerdo al defensor público, Jackson, recluida desde el 27 de marzo por cargos por violación a la propiedad privada y posesión de drogas, alertó a los oficiales alrededor de las 3 a.m. del pasado 10 de abril de que tenía contracciones. Los guardias, según Finkelstein, intentaron contactar a un médico de guardia pero no pudieron localizarlo durante casi cuatro horas. Mientras tanto, se suponía que Jackson estaba sola en su celda, sin medicación ni ayuda.
Alrededor de las 7.20 a.m., el personal de la prisión finalmente se puso en contacto con el médico que dijo que "él revisaría a [Jackson] cuando llegara a la cárcel", según la carta de Finkelstein. Sin embargo, una hora y 38 minutos más tarde, Jackson estaba "sangrando ... aislada en su celda".
Finalmente, alrededor de las 10 a.m., un empleado de la prisión encontró a Jackson con su bebé recién nacido en sus brazos, dice la carta. Habían pasado seis horas y 54 minutos desde que la madre pidió ayuda por primera vez.
Finkelstein precisó que el embarazo de la mujer estaba a punto de terminar y que el personal estaba al corriente de su estado y que, aún así, su salud "no solo fue cruelmente ignorada, sino que la vida de su hijo también fue puesta en grave peligro".
El defensor exigió una revisión inmediata de "las prácticas médicas y de aislamiento vigentes en todos los centros de detención" del condado, vecino del de Miami-Dade, a fin de "garantizar que ninguna madre sufra la prueba que la señora Jackson sobrevivió".
Portavoces de la Oficina del Alguacil señalaron que tuvieron conocimiento del incidente dos días después de ocurrido e iniciaron una investigación interna.