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Trump pierde la paciencia y amenaza con más aranceles a China en la última fase de negociación

El presidente recrudece así una guerra comercial que ha sacudido los mercados financieros y ensombrecido la economía del planeta. "El Acuerdo de Comercio con China continúa, pero muy lentamente, mientras ellos tratan de renegociar. ¡No!", dijo Trump
Donald Trump
In this May 3, 2019, photo, President Donald Trump speaks during a meeting with Slovak Prime Minister Peter Pellegrini in the Oval Office of the White House in Washington. (AP Photo/Alex Brandon)AP / AP
/ Source: TELEMUNDO

El presidente Donald Trump amenazó este domingo con aumentar del 10 % al 25 % los aranceles sobre bienes importados de China por valor de 200.000 millones de dólares a tres días de una nueva reunión para avanzar en un pacto que ponga fin a un litigio que dura casi un año. Según alega el mandatario en Twitter, las negociaciones  en materia de comercio exterior "continúan, pero demasiado lento". La guerra comercial entre estos dos países ha sacudido los mercados financieros y ensombrecido la economía del planeta en los últimos meses.

 

"Durante 10 meses China ha estado pagando aranceles a EE.UU. del 25 % sobre 50.000 millones de dólares en bienes tecnológicos, y del 10 % hasta los 200.000 millones de dólares en otros bienes (...). Los del 10 % subirán al 25 % el viernes", señaló Trump en su cuenta personal de Twitter. En un segundo tuit, el mandatario achacó esta decisión a que "el acuerdo comercial con China continúa, pero demasiado lento, al tiempo que ellos intentan renegociar. ¡No!".

 

Según Trump, en la actualidad entran en suelo estadounidense productos procedentes de China "sin gravar" por valor de 325.000 millones de dólares, a lo que pretende poner fin con este nuevo arancel del 25 %.

Trump advirtió a finales del año pasado de que, si no alcanzaba un acuerdo con China antes del 1 de marzo, elevaría del 10 % actual al 25 % los aranceles que aplica a las importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares. Sin embargo, finalmente optó por prorrogar este plazo para dar margen a las negociaciones que mantienen ambos países.

Los dos países están enfrascados en una disputa con mucho en juego en torno a los intentos de China para posicionarse como una súper potencia tecnológica. Washington acusa a Beijing de usar tácticas depredadoras para situar a compañías chinas en el liderazgo mundial de industrias avanzadas como la robótica y los vehículos eléctricos. 

El pasado julio, el gobierno de Trump comenzó gradualmente a imponer aranceles a importaciones de bienes chinos para presionar a Beijing a cambiar sus políticas. Hasta ahora ha impuesto 10% de aranceles a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares y 25% de aranceles en bienes valorados en 50.000 millones. 

El gobierno ha insinuado repetidamente que los negociadores están progresando. Hace un mes, Trump dijo que ambos países estaban “concluyendo el cambio de rumbo” y pronosticó que “algo monumental” se lograría en las próximas semanas. 

Pero la semana pasada, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin pareció templar las expectativas, insinuando que Washington estaba dispuesto a “seguir adelante por su cuenta” si no logra conseguir el acuerdo que quiere. 

Desde diciembre, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad, como la bajada de aranceles a los vehículos importados de EE.UU., la reanudación de la compra de soja o la presentación de un proyecto de ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología. 

Pero, como condición para no recrudecer sus aranceles a China, que afectan desde textiles y alimentos hasta a combustibles, Washington quería también que Pekín se comprometiera a cambios estructurales en su economía para, entre otras cosas, proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidense.

Se recrudece la guerra comercial. EEUU y China se imponen mutuamente nuevos aranceles