Si no fue un milagro, estuvo bastante cerca. Un joven que visitaba el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái cayó al cráter de uno de los más activos del mundo y sobrevivió.
El hombre de 32 años, un soldado cuyo nombre no se ha revelado, escaló una barandilla de metal por el motivo más común de los últimos tiempos: obtener la foto perfecta del cráter de Kilauea, un volcán cuya erupción de meses el año pasado destruyó unas 700 casas en la isla de Hawái.
El hombre perdió el equilibrio y cayó unos 70 pies (más de 21 metros) por el acantilado alrededor de las seis y media de la tarde cerca del área de la zona de Steaming Bluff, un prado cubierto de hierba marcado por grietas y fracturas humeantes en el suelo, dijo el parque en el comunicado.
Los guardabosques del parque y los trabajadores de rescate del Departamento de Bomberos del Condado de Hawái lo hallaron gravemente herido, alrededor de las 9 de la noche, en una cornisa estrecha debajo del borde del acantilado. El hombre fue rescatado usando cuerdas y una camilla y fue transportado en un helicóptero al Centro Médico Hilo para recibir atención de urgencia.
No se divulgaron detalles de su condición de salud.
"Los visitantes nunca deben cruzar las barreras de seguridad, especialmente alrededor de bordes de acantilados peligrosos e inestables", dijo en un comunicado John Broward, el jefe de guardaparques del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái. "Cruzar las barreras de seguridad y entrar en áreas cerradas puede provocar lesiones graves y la muerte".
La última vez que una persona murió en una caída en el área fue en octubre de 2017, dijeron los funcionarios del parque.
Kilauea no está en erupción en la actualidad, pero según el Servicio Geológico de Estados Unidos el potencial de amenaza del volcán es "muy alto".
Erupción del Kilauea en 2018: