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Oleada de muertes en el Cañon del Colorado. Y las caídas no son lo más peligroso. Qué está pasando

Choques de aviones en pleno vuelo, ahogamientos en el desierto y hasta asesinatos, muchos asesinatos. Así muere la gente en el Grand Canyon.
Observatorio donde una turista perdió la vida el 29 de marzo.
Observatorio donde una turista perdió la vida el 29 de marzo. AP / AP

Las estadísticas son útiles pero también pueden ser engañosas.

Imagine que una mañana se tropieza con una mesa en su casa con la que nunca se había tropezado antes y se lastima un pie. Y esa misma noche, por segunda vez en su vida, se vuelve a tropezar con la misma mesa y vuelve a lastimarse.

¿Significa eso que la mesa es peligrosa? ¿O que alguien la ha movido de sitio y por eso ahora es peligrosa? ¿O que hasta ahora ha tenido usted buena suerte? ¿O que ahora está teniendo mala suerte?

A las personas nos gustan mucho las estadísticas, nos dan algo en que pensar. A los periodistas nos gustan aún más: nos dan algo sobre lo que escribir.

Fíjese si no en el Gran Cañón del río Colorado.

El pasado martes, una anciana de 70 años murió al caer por un barranco de 200 pies (el equivalente un edificio de 20 pisos) en este parque natural ubicado en el estado de Arizona.

La mujer, que se había alejado varios metros de la senda marcada, no ha sido identificada aún. Su cuerpo sin vida fue rescatado por un helicóptero, según informa el diario The Washington Post.

Se trata de la cuarta víctima mortal en el Gran Cañón en el último mes: un turista japonés falleció el 26 de marzo; una viajera china murió dos días después al caer por un barranco cuando intentaba tomar una fotografía; y un anciano californiano se desplomó por un risco de 400 pies el 3 de abril.

¿Cuatro muertes en un mes es algo inusual? Depende. El año pasado fallecieron 17 personas en este parque natural, aunque lo habitual es alrededor de 12 muertes al año.

Un accidente de un helicóptero turístico, lo que resulta poco habitual, causó cinco víctimas. Y, además, se alcanzó una cifra récord de visitantes: 6,4 millones.

El Gran Cañón siempre lleva allí millones de años, pero cuánta más gente lo visita mayores son las probabilidades de que ocurra un accidente, y quizá ciertas prácticas modernas (como tomarse fotos sin ton ni son) incrementen el riesgo.

Caer por un precipicio no es, en cualquier caso, la forma más común de fallecimiento en este parque natural. Desde que existe registro han perdido la vida casi 800 personas, según el diario The Arizona Republic.

No existe información oficial sobre las causas, pero sí un libro canónico, Over the Edge: Death in Grand Canyon, de Michael P. Ghiglieri, que durante años ha analizado este asunto.

Su conclusión es que los accidentes aéreos son la principal causa de mortalidad, con 275 víctimas (casi la mitad, 128, en un choque entre dos aviones en 1956), aunque han disminuido enormemente en los últimos años (el incidente del año pasado fue el primero en más de una década).

Por caídas, Ghiglieri ha registrado 125 fallecimientos desde 1925, pero también son muchas las víctimas de la sed, el cansancio y el frío (no se puede bajar de la parte superior al río y volver a subir en el mismo día sin poner la vida en riesgo, pero hay quien intenta hacer esa excursión sin pernoctar). El río Colorado se ha cobrado además al menos cien vidas.

Y 25 personas han sido asesinadas allí.

El parque natural con más muertes, sin embargo, sigue siendo Lake Mead, con 254 muertes entre 2006 y 2016 (fundamentalmente, personas que se ahogaron en el lago), seguido de Yosemite, con 150 muertos en esos 10 años (la mayoría, por caídas).