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Este inmigrante es un terrorista. Pero mintió y logró la green card por matrimonio. Así le cazaron

Estuvo en la cárcel por colocar una bomba en un autobús. Pero se casó con una mujer estadounidense a la que conoció el día de la boda tras pagar 500 dólares. Así fue su engaño.
Imagen de un cordón policial protegiendo la escena de un crimen
Imagen de archivo de una cinta policial en la escena de un crimenNOPD / New Orleans Police Department

Este hombre es un terrorista islámico, y pasó años encarcelado por tratar de hacer estallar un autobús de pasajeros. Pero, de alguna manera, no sólo consiguió la nacionalidad estadounidense pese a todo, sino que las autoridades migratorias, una vez que se enteraron de lo que había hecho, no se la quitaron al instante.

Se llama Vallmoe Shqaire, y ha logrado esquivar todos los controles y alarmas estadounidenses incluso después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

“Alguien cometió un error”, explica el experto universitario Seamus Hughes a la cadena CNN, que es quien a contado esta historia.

Shqaire tiene ahora 51 años. Hace más de tres décadas, en 1988, participó en un ataque sin víctimas en Israel a la orden de la Organización para la Liberación de Palestina, que entonces era considerada en Estados Unidos como un grupo terrorista.

Fue cuatro años a la cárcel por ello, pero aún así pudo entrar en Estados Unidos como visitante en 1999. Pagó a una mujer 500 dólares por casarse con él para obtener la residencia permanente, un matrimonio tan fraudulento que no conoció a su esposa hasta el día de la vida.

El 6 de noviembre de 2008, juró lealtad y logró la ciudadanía estadounidense.

En 2010 fue interrogado por investigadores contra el terrorismo por sus transferencias de dinero a la ciudad palestina de Ramala, y fue considerado “un sujeto de interés”. Admitió entonces haber sido arrestado y condenado en Israel, pero aseguró que había sido por participar en manifestaciones cuando era “joven y estúpido”.

En 2011, fue condenado por robo, y pasó cuatro meses en la cárcel. Pero entre tanto continuaba la investigación, que el pasado septiembre, es decir, más de una década después, le llevó a ser procesado por ocultar su pasado durante los trámites migratorios.

Ahora está libre en Los Ángeles a la espera de conocer este viernes su sentencia. Según su abogado, lleva año trabajando en un estacionamiento del sur de California y ya no supone un peligro para nadie.

Así, sus mentiras fueron un intento equivocado de escapar de Oriente Medio hacia “la paz y libertad que, en comparación, se vive en Estados Unidos”.

“Shqaire deseaba más que nada ser estadounidense y contribuir positivamente a la sociedad americana”, aseguró el letrado.

No es el único caso similar.

En 2017, Rasmieh Odeh reconoció haber mentido para conseguir la nacionalidad estadounidense, ocultando que en 1970 fue condenada en Israel por participar en dos ataques con bombas, en los que murieron dos personas.

Odeh se convirtió en ciudadana en 2004, pero ya ha sido expulsada del país.