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México desplaza a China como el principal socio comercial de Estados Unidos

A pesar de las amenazas de Trump de cerrar la frontera sur y de los enormes retrasos en el cruce de mercancías, esto fue lo que hizo México para rebasar a China como el principal socio estadounidense
Vehículos hacen fila en El Paso, Texas para entrar a Chihuahua, México el 29 de marzo de 2019
Vehículos hacen fila en El Paso, Texas para entrar a Chihuahua, México el 29 de marzo de 2019AP / AP
/ Source: TELEMUNDO

A pesar de las amenazas del presidente, Donald Trump, en contra de este país, por primera vez en su histoira ha logrado la azaña comercial de convertirse en el principal socio de Estados Unidos.

Nos referimos, por supuesto, a México, el vecino del sur, un país que ha estado en la mira de Trump desde que inició su presidencia. 

El reporte del Departamento de Comercio cuestiona la viabilidad de las sanciones que ha propuesto Trump para combatir la inmigración ilegal a través de la frontera. La medida más alarmante que ha propuesto, cerrar por completo la frontera sur, pondría en jaque el vibrante comercio que une a las dos naciones.

Sin embargo, Trump ha atacado a este país tanto por la migración irregular, que viene desde Centroamérica, como por la balanza comercial, que ha dicho favorece injustamente a México.

A pesar de ello, en los primeros dos meses de 2019, el intercambio de mercancías entre los dos países vecinos sobrepasó en valor al intercambio económico con China (90.300 millones de dólares), país que desde hace tres años se había convertido en su mayor socio.

Según datos del Departamento de Comercio, las exportaciones e importaciones entre los dos países americanos sumaron 97.400 millones de dólares en el primer bimestre de 2019, un avance del 3,4% para México.

Uno de los principales factores que ha impulsado el incremento comercial es el aumento del valor de las exportaciones de la industria automotriz en México.

Sin embargo, un factor externo ha contribuido decisivamente: el drástico declive del 13,5% del comercio entre China y Estados Unidos. Consecuencia de las políticas proteccionistas de Trump y la subsecuente guerra comercial con el país asiático.

A diferencia de su contraparte asiática, México ha resistido las amenazas de Trump sobre el cierre de la frontera y la aplicación de cuotas a algunas de las mercancías que se venden en Estados Unidos.

El Gobierno mexicano ha protestado recientemente sobre la imposición de aranceles al acero y al aluminio que la Administración de Trump implementó el año pasado; además se encuentra negociando un acuerdo de suspensión de tasas, vigente desde 1996, para evitar cuotas sobre el jitomate mexicano que cruza la frontera.

El temor de que los retrasos en las garitas fronterizas afectara el flujo económico en la frontera sur de Estados Unidos, por el momento, se ve aplacado. Sin embargo, los peores retrasos se han registrado en marzo y abril, por lo que el daño total de las políticas de Trump todavía no ha sido medido.

Las autoridades mexicanas temen que el daño será acuciado.

“Detener el flujo de mercancías y el tránsito de personas es un detrimento para nuestras economías y para la competitividad de la región”, dijo la secretaría de Exteriores de México en un comunicado.

Asimismo, se prevé que México entregue en las próximas semanas un informe sobre las pérdidas económicas que los retrasos en la frontera han provocado.

Ante la crisis migratoria que ha elevado significativamente las peticiones de asilo en los principales puertos de entrada, el Gobierno de Trump ha redistribuido en las últimas semanas a sus agentes en las garitas fronterizas, lo que ha provocado una importante demora en el ingreso de mercancías y personas al territorio estadounidense.

El nuevo acuerdo comercial entre Canadá, México y Estados Unidos

El sector automotriz, el más importante por su peso, registrará un incremento de 76.000 empleos gracias a las inversiones que los fabricantes van a destinar a reforzar la producción en EE UU para poder cumplir con las nuevas reglas de origen.

Pero el análisis muestra también que los nuevos requerimientos contribuirán a elevar los precios para los consumidores y podría reducir por consiguientes las ventas, que están ya en un punto de inflexión.

Los tres países firmaron el acuerdo el pasado noviembre, tras dos años de duras negociaciones y bajo la constante amenaza de Trump de romper la baraja.

Ahora incluye también los intercambios en la economía digital e incorpora cláusulas laborales. La mayoría de los aranceles en la zona se eliminaron hace 25 años, por lo que el efecto positivo es más limitado. El estudio lo cuantifica en un aumento del 0,35% del PIB estadounidense respecto a si se mantuviera el viejo TLCAN.

Robert Lighthizer, representante de Comercio Exterior y principal negociador del T-MEC, señala que “es más del doble del 0,15% de crecimiento que se proyectó” para el acuerdo multilateral del Transpacífico, del que se descolgó EE UU al estrenarse Trump como presidente.

El nuevo tratado con México y Canadá aumentará el volumen de la economía estadounidense en 68.000 millones de dólares y sumará 176.000 empleos en todos los sectores.

“Tendremos un crecimiento más robusto, más comercio y más trabajos”, insistió Lighthizer, “particularmente en la manufactura”. “No puede haber dudas de que es algo grande para la economía de América”, concluyó el embajador.

Los analistas comparten que el efecto será “positivo”, aunque moderan la expectativa sobre qué tan benéfico será. Falta ver cómo afectará la automatización otros sectores industriales, que hasta ahora se han beneficiado de la mano de obra barata.