Aunque hay severas críticas al proceso de deportación de los Estados Unidos, el Gobierno mexicano no se mantiene atrás y continúa con esa maquinaria contra centroamericanos.
Lo que para miles de personas es una desgracia se convierte en una fortuna para otros, como el empresario Roberto Alcántara Rojas, uno de los amigos cercanos de Enrique Peña Nieto.
El dueño del sistema de transporte interestatal ETN obtuvo un jugoso negocio del Gobierno mexicano por $32.8 millones de pesos (alrededor de $1.7 millones de dólares) mensuales para disponer de 70 autobuses para transportar a los inmigrantes que participan en las caravanas de Centroamérica, reportó la revista Proceso.
El Instituto Nacional de Migración (INM) otorgó un contrato de hasta $295 millones de pesos (alrededor de $15.7 millones de dólares) a la empresa ETN Turistar de Lujo, S.A. de C.V. para trasladar a esas personas a sus países de origen, señala el reportaje.
“El pasado 31 de marzo la empresa de Alcántara Rojas ganó la licitación del contrato de ‘servicio de transporte vía terrestre de migrantes extranjeros presentados en las delegaciones federales del INM’, firmado el 15 de abril”, se cita.
Los defensores de derechos humanos y activistas rechazan la medida, al considerar que la situación migratoria se agrava todos los días y el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador responde con “la política migratoria más violenta que se ha registrado en los últimos años en la frontera sur”, según el Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano (COMDHSM). Esa red concentra a 15 organizaciones de la sociedad civil.
En enero y febrero de este año, el Gobierno mexicano expulsó a 13,450 centroamericanos a sus países, un promedio de 227 por día; la mayoróa son hondureños y 1,876 son menores de 12 años, según los datos de la Secretaría de Gobernación.
La crisis va en aumento, indicó la revista, ya que el 16 de abril, el INM se deportaron a 4,102 hondureños, es decir 273 por día.