Tres días después de una masacre que sacudió a México por su brutalidad, las autoridades trabajan para descubrir a los culpables y cumplir con el reclamo de justicia para las 13 víctimas, entre ellas un bebé, de un tiroteo en una fiesta infantil en Minatitlán, Veracruz.
Hasta ahora la principal línea de investigación tiene que ver con la venta de drogas y un presunto conflicto entre dos de las principales organizaciones criminales del país: los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En una conferencia de prensa, el fiscal general del estado, Jorge Winckler, dijo que la matanza podría estar vinculada con dos bares en esta misma zona, cuyo propietario era una de las víctimas.
Según reportes de testigos que citó la fiscalía, alrededor de las 8:20 p.m., hora del Centro, de este viernes, un comando de entre cinco y seis sujetos armados con armas largas y cortas ingresó al local. Y de inmediato se dirigieron a la primera mesa, a la izquierda de la entrada.
Buscaban a la Becky o la Beckerina, cuyo verdadero nombre era Julio César González Reina, propietario de los bares La Esquina del Chacal y la Crudería.
“Los sicarios llegaron a la mesa donde González estaba sentado diciendo ‘con esto no se juega’ y procedieron a dispararle”, dijo Winckler en su conferencia con medios.
Los clientes de la palapa se tiraron al piso y los agresores dispararon a quemarropa contra los de la mesa uno.
El tirador que disparó primero era un hombre delgado de 1,65 metros (5,6 pies). Después del tiroteo, los que aún estaban vivos recibieron un tiro de gracia.
Al salir, los hombres armados repitieron la frase: ‘con esto no se juega’, dijo Winckler.
La palapa Los Potros está ubicada en un callejón sin nombre, entre Leona Vicario y 5 de septiembre, entrando por la avenida 1 de mayo, en la colonia Obrera de Minatitlán, Veracruz. Sólo había una entrada y una salida.
Había 40 personas en el local. Una testigo relató al diario El Universal que estaba festejando su cumpleaños número 52 junto con su único hijo: “Yo venía del baño cuando comenzó la tronadera, no vi cuántos eran porque ya no salí. Perdí a mi hijo, mi único hijo, ya se imaginará el dolor que tengo…”, dijo la mujer.
Otros se arrepentían de no haber guardado los días santos, según citó ese diario.
Winckler informó que hasta ahora habían podido corroborar que 10 de las 12 víctimas (excluyendo al bebé) no contaban con antecedentes penales, según los registros de la huellas dactilares, y las otras dos todavía estaban esperando los resultados.
Asimismo, se han solicitado las grabaciones de unas 29 cámaras de vigilancia que se encuentran en la zona.
Un informante cuya identidad la fiscalía no reveló dijo que en La Esquina del Chacal primero se había vendido droga de los Zetas y luego del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Más tarde, la policía aseguró dos camionetas blancas con reporte de robo dentro de una “casa de seguridad”, una Chevrolet Track y una Hyundai Tucson. En una de ellas, la Tucson, encontraron una pistola 9mm. Y en la casa hallaron más armas. E investigan si hay una conexión con los asesinatos.
El fiscal general Winckler y el gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García, han estado en una disputa partidista. Porque mientras que el primero fue nombrado por el anterior gobernador del Partido Acción Nacional, el actual gobernador de Morena ha intentado removerlo del cargo, sin éxito.
Medios nacionales reportaron que Winckler no había sido invitado a la junta de coordinación de seguridad del gobernador García con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, este fin de semana.
García dijo en su cuenta de la red social Twitter que "no habrá impunidad a pesar de las eternas investigaciones de la FGE. Seguiremos con más detenciones".