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Una pareja latina fuerza a un inmigrante a una fantasía sexual a punta de rifle. Luego envía las fotos a su esposa

Esta mujer recogió al inmigrante en un Home Depot de Arizona ofreciéndole trabajo. Ya en casa, a punta de rifle, el marido le obligó a tener sexo con su mujer mientras él lo grababa. Acabaron enviando las fotos a su esposa en México.

Trabajadores de la construcción, techadores, jardineros, fontaneros, electricistas y otros profesionales se reúnen cada mañana, antes de que despunte el alba, en miles de lugares desperdigados por todo el país a la espera de la llegada de una camioneta que les ofrezca trabajo para el ganarse el pan ese día.

A veces, esos trabajadores, muchos de ellos inmigrantes indocumentados, sufren abusos, se les paga poco o mal, y se enfrentan a condiciones laborales riesgosas.

A veces, en esa camioneta llega la muerte disfrazada de perversa fantasía sexual.

El pasado 8 de abril, frente a un centro comercial Home Depot de Phoenix (Arizona), un inmigrante mexicano del estado de Sonora esperaba encontrar una oportunidad de trabajo cuando se detuvo a su lado el carro de una mujer latina.

Brenda Acuna Agüero, de 39 años, le explicó que su marido necesitaba ayuda para mover unos objetos dentro de su casa. El hombre aceptó, y viajó con la mujer hasta un rancho de apariencia normal. Pronto eso cambiaría.

La mujer comenzó a hacerle comentarios con contenido sexual, según relata el diario The Washington Post, asegurando que “tenía la fantasía de practicar sexo con un trabajador” como él.

El hombre, que se dijo incómodo, le siguió la corriente hasta que se dio cuenta de que iba en serio, y entonces le dijo que aquello no iba a ocurrir.

Entonces irrumpió en la habitación el marido de la mujer, Jorge Murrieta Valenzuela, de 45 años, que le colocó el cañón de un rifle en el pecho y amenazó con dispararle si no se acostaba con su esposa, según el informe policial al que tuvo acceso el citado diario.

El otro hombre aceptó, y el marido tomó fotografías y les grabó con su teléfono celular, indicándoles que posturas adoptar durante el acto sexual.

Al terminar, la pareja le dijo a la víctima que debía regresar al día siguiente a las nueve de la mañana o enviarían las imágenes a su esposa en México. Incluso le prometieron que tendrían pastillas de Viagra por si necesitaba estimulación química.

Para presionarle, se quedaron con su licencia de manejo y su visado mexicano.

El esposo le acompañó de vuelta al Home Depot, pero poco después de dejarle en el centro comercial, la víctima recibió un mensaje a través de la red telefónica WhatsApp conminándole a regresar a la casa de inmediato.

El hombre no respondió, y recibió entonces amenazas: si no estaba allí en 10 minutos para volver a acostarse con la mujer, enviaría las imágenes a su esposa.

El hombre no respondió, y poco después supo de su esposa: alguien le había enviado imágenes de él teniendo sexo con otra mujer.

Regresó entonces a la casa de la pareja (un amigo le llevó hasta allí), pero el marido, enfadado porque no hubiera venido antes, se negó a devolverle sus documentos. Finalmente, la víctima avisó a la policía.

Los investigadores descubrieron que no era la primera vez que algo así ocurría: en marzo la pareja había participado en un incidente similar, y luego reconoció que lo había hecho en al menos cuatro ocasiones con hombres elegidos al azar.

La pareja se enfrenta ahora a acusaciones criminales por asalto sexual, asalto agravado y grabación ilegal, y están encarcelados bajo fianza de 250.000 dólares.