El dictador norcoreano, Kim Jong Un, ha participado este martes en unas maniobras militares en una base aérea en lo que puede interpretarse como un mensaje a Estados Unidos sobre su firmeza en las negociaciones diplomáticas, que atraviesan un momento crítico tras el fracaso de la cumbre de Vietnam.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió con Kim en junio en Singapur tras meses de fuertes encontronazos dialécticos en los que el primero llegó a amenazar con “fuego y furia como el mundo nunca ha visto”.
Aquel encuentro pareció fructífero, a tenor de la retórica de Trump en los siguientes meses, en los que alabó a Kim a través de la red social Twitter.
Pero la segunda reunión, a finales de febrero en la ciudad vietnamita de Hanoi, acabó abruptamente y pareció encallar las negociaciones para desmantelar el arsenal nuclear norcoreano.
En el último año, quizá como un gesto teatral de buena voluntad, Kim ha reducido sus visitas públicas de carácter militar, por lo que su participación ahora en unas maniobras aéreas puede significar justo lo contrario ahora que las negociaciones se han tensado.
Su último acto de este tipo se celebró en noviembre.
Es además poco habitual que las autoridades norcoreanas indiquen la fecha de las fotografías tomadas al dictador, según recalca la agencia de noticias The Associated Press, pero en esta ocasión han querido dejar claro que fueron tomadas el pasado martes.
El presidente surcoreano, Moon Jae In, aseguró el lunes que quería reunirse con Kim (como ya hizo antes de las dos cumbres con Trump), después de haber recibido fuertes críticas del dictador por su papel como mediador. Y tanto Trump como Kim han dejado caer hace días su disposición a un nuevo encuentro.
Pero ahora Kim ha girado la mirada hacia Rusia, y se prepara para reunirse por primera vez con su presidente, Vladímir Putin, un encuentro del que poco se sabe todavía pero que podría celebrarse a finales de esta misma semana.
Estados Unidos ha enviado a un representante a Moscú, según informa CNN, para tratar este asunto. Las relaciones con Rusia atraviesan uno de sus peores momentos, tras la ruptura de un acuerdo contra misiles nucleares firmado durante la Guerra Fría y el acaloramiento de la retórica bélica desde Moscú.
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