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Trump amenaza con endurecer las visas para castigar a los países con más indocumentados

La principal vía de entrada de inmigrantes indocumentados es el aeropuerto. Así planea el Gobierno construir un muro virtual.
/ Source: TELEMUNDO

La principal vía de llegada de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos no es la frontera: sólo uno de cada tres llega al país de esta manera, el resto entra con un visado legal y cuando éste caduca sencillamente se quedan.

El Gobierno que preside Donald Trump, que ha puesto todo su énfasis en público en la frontera (militarizándola y declarando una emergencia nacional para construir un muro), planea ahora levantar una barrera virtual contra los inmigrantes con visado caducado.

Según el Centro para Estudios Migratorios, en 2016 (el año más reciente analizado) entraron al país 515.000 inmigrantes indocumentados, de los que 320.000 lo hicieron quedándose una vez expirada su visa. De ellos, 50.000 fueron mexicanos, 25.000 chinos, 25.000 indios, 20.000 venezolanos y 15.000 filipinos.

En cuanto a los que cruzan la frontera ilegalmente (190.000 ese año), de México llegaron 95.000, frente a 35.000 salvadoreños, 25.000 hondureños, 20.000 guatemalteco, y 10.000 dominicanos.

Estas cifras se refieren a personas que entraron ilegalmente y no fueron detenidas, lo que contrasta con los datos de la Patrulla Fronteriza, que asegura que, sólo el pasado mes de marzo, atrapó a 93.000 personas que intentaban colarse en el país sin permiso. En 2016 fueron interceptadas 409.000 personas.  

Se plantea así el Gobierno imponer nuevas restricciones a los viajeros de aquellos países con mayor número de casos de este tipo, para presionar a sus Gobiernos a que tomen medidas, según informa la agencia de noticias The Associated Press.

Para los ciudadanos de estos países sería así más difícil conseguir un visado, o se concederían por un tiempo menor, según ha adelantado el diario The Wall Street Journal.

Esta medida se une a la batería de iniciativas que el Gobierno se plantea para frenar la llegada de inmigrantes al país, tanto de forma legal como ilegal.

Entre ellas está recuperar la política de tolerancia cero (que implica procesar y encarcelar a todos los indocumentados que crucen la frontera, lo que, en el caso de familias con hijos, conduce a la separación de éstos); endurecer la prueba de miedo creíble, que hoy por hoy pasan nueve de cada 10 inmigrantes y les da derecho a defender su caso ante una corte de inmigración (donde hay un atasco superior al millón de expedientes); sustituir a los oficiales de asilo por guardias fronterizos para, presuntamente, endurecer el trato; negar visados y residencia permanente a aquellos que puedan requerir en el futuro ayudas públicas (incluida sanidad y educación gratuita); o controlar el envío de remesas.