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El Gobierno creía que AMLO era un comunista infiltrado en el PRI; los comunistas creían lo opuesto

Unos pensaban que López Obrador trataba "de hacer más progresista al PRI"; otros decían que era "un traidor a la clase marginada". El Gobierno lo tachaba de comunista. Pero los documentos revelan cómo era capaz de desorientar a quienes trataban de leerlo
Andrés Manuel López Obrador durante su rueda matutina de prensa en el Palacio Nacional, en Ciudad de México.
Andrés Manuel López Obrador durante su rueda matutina de prensa en el Palacio Nacional, en Ciudad de México. EFE / EFE

La extinta agencia de inteligencia de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México tenía fichado al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, por supuestamente intentar mover al PRI al comunismo.

El expediente completo de AMLO, como se llama al presidente por sus siglas, se desclasificó este martes y se encuentra actualmente disponible para consulta en el Archivo General de la Nación.

Los agentes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS, 1947-1985), hoy Cisen, describieron al político originario de Macuspán, Tabasco, como un hombre calculador de convicciones socialistas, según reportó la agencia de noticias Efe tras consultar los docuemtos.

Los reportes sobre AMLO abarcan el periodo entre 1979 y 1983, cuando era militante del PRI. A fines de la década de los años setenta, AMLO dirigía el Instituto Nacional Indigenista de Tabasco y luego fue el presidente del PRI en ese estado.

En los informes se dice que AMLO era un “simpatizante” del Partido Socialista Unificado de México. Una fuerza política donde se fusionaron el Partido Comunista Mexicano y otros seis partidos de izquierda.

Los espías del Gobierno expusieron las conversaciones privadas que AMLO tuvo con líderes campesinos y militantes del PSUM.

En un informe de 21 de julio de 1983, cuando dirigía el Instituto Indigenista, lo acusaban de rodearse de personal que pertenecía a organizaciones políticas de izquierda.

“Todos ellos nunca promovieron organización para el desarrollo de la agricultura, sino que únicamente se dedicaron a politizar a los campesinos bajo la organización marxista-leninista”, se lee en los documentos consultados por Efe.

También destacaron que había promovido el intercambio tecnológico con Cuba, gobernada entonces por Fidel Castro. Pero esta acción la tomó en coordinación con el gobernador priista de la entidad, Leandro Rovirosa (1977-1982).

“El Gobierno cubano envió técnicos a Nacajuca (Tabasco) para que asumieran la responsabilidad de casas que resultaran módicas y, a cambio, el INI envió a campesinos para que visitaran solamente La Habana ya que los campesinos enviados no sabían nada de técnicas”, dijo la DFS.

Para la DFS la designación de AMLO como presidente del PRI de Tabasco desató una alarma. Según el servicio de inteligencia el ahora mandatario pretendía utilizar su posición para fortalecer a la izquierda del PSUM.

“López Obrador, quien por ser de filiación comunista, pretendía debilitar al PRI en las próximas elecciones para diputados locales y alcaldes y meter gente del PSUM”, escribió la DFS en 1983.

Pero AMLO también resultaba sospechoso para los dirigentes de la recién formada coalición electoral de izquierda. Y esto no pasó desapercibido para el Gobierno.

Un informe de la DFS recogió las opiniones divididas mientras espiaban una junta de líderes del PSUM.

“Este político sin ideología definida no es más que un mecanismo utilizado por el presente régimen del Gobierno estatal para restarle fuerzas al partido de oposición más importante”, dijo el líder izquierdista Rodolfo Lira, según la DFS.

“Unos dicen que la actitud del Presidente del PRI, Andrés Manuel López Obrador, es totalmente contraria al PSUM, otros dicen que se trata de hacer más progresista y revolucionario al PRI”, concluía un agente de la DFS.

Para algunos como Lira, sin embargo, estaba claro que era “un traidor al PSUM y a la clase marginada”.

A principios de marzo, AMLO negó que hubiera militado en el Partido Comunista Mexicano.

Hizo esta aclaración después de que él mismo avalara la publicación de su propio expediente que guardaba la DFS.

Su supuesta pertenencia al Partico Comunista era una aseveración de Miguel Nazar Haro (1914-2012), exdirector de la DFS.

Al asumir la presidencia en diciembre, López Obrador anunció que desaparecería el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), organismo que sucedió a la DFS, y que haría públicos los archivos clasificados que se tuvieran, incluyendo el suyo.

“Hay muchas cosas inventadas. Por ejemplo, se dice que yo era miembro del Partido Comunista cuando fui director del INI (Instituto Nacional Indigenista) y que yo apoyaba y financiaba a ese partido”, dijo AMLO este miércoles.

“No era militante del Partido Comunista pero sí apoyaba a luchadores sociales”, aclaró el mandatario.

El presidente reconoció que algunos asesores le recomendaron reservar su expediente debido a que Nazar Haro afirmaba que pertenecía al Partido Comunista y eso podría provocar una polémica o incluso dañar su reputación. Pero López Obrador fue contundente en su determinación de hacer público su expediente: “no tengo nada que ocultar”.

Según López Obrador, se utilizaban acusaciones de los servicios de inteligencia para reprimir a dirigentes sociales y campesinos “que ni sabían lo que era el comunismo. Entonces, nunca más un sistema autoritario, que se persiga a las personas por sus ideales, por su militancia partidista. Eso se termina".