Un juez de Miami impuso una fianza de 50.000 dólares al actor mexicano Pablo Lyle y le ordenó permanecer en Estados Unidos bajo arresto domiciliario con un grillete electrónico, tras un incidente en el que golpeó a un hombre cubano, de 63 años, identificado como Juan Ricardo Hernández, que falleció posteriormente a causa de un derrame cerebral.
Asimismo, Lyle tendrá que entregar su pasaporte y no podrá acercarse a la familia de la víctima, además de una restricción que le impide conducir.
El pasado viernes 5 de abril, se difundió un video del momento en que el que Lyle agrede a Juan Hernández. En la grabación captada por una cámara de seguridad se aprecia como el actor golpea a Hernández y luego huye del lugar. La víctima tuvo que ser ingresada de inmediato en el hospital Jackson Memorial, donde falleció el pasado jueves.
Lyle, protagonista de la telenovela Mi adorable maldición, declaró que se marchó del lugar de los hechos porque temió por la seguridad de su hijo de seis años, que viajaba con él en el momento del suceso. Algunas de las versiones de la corte indican que en el auto también viajaban su esposa y su hija, además de su cuñado.
Según se observa en el video de la cámara de seguridad, la víctima bajó de su automóvil en un semáforo en rojo y se acercó a reclamar a través de la ventanilla a los ocupantes de otro vehículo porque le habían cerrado el paso.
El conductor del coche en que viajaba Lyle salió y se enfrascó en una discusión con la víctima, pero luego regresó al vehículo al darse cuenta de que estaba en movimiento. El actor se bajó también del auto para sumarse al altercado y le propinó un puñetazo en la cara que lo dejó tirado en el piso.
El actor fue detenido un día después en el aeropuerto de Miami, aunque ese mismo día quedó en libertad condicional tras pagar una fianza de 5.000 dólares.
La defensa del actor presentó hace unos días un documento a la jueza del condado de Miami-Dade Lisa Walsh en el que señalan que Lyle no es culpable. Por su parte, Lissete Valdés Valle, una portavoz de la fiscalía del condado de Miami-Dade le dijo a la agencia de noticias AP que el caso apenas se encuentra en el proceso de investigación.
Tal como lo deja entrever la propia magistrada Walsh en su orden emitida el pasado viernes, es probable que a raíz de la muerte de la víctima se presenten cargos de asesinato.