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Trump aplaza su amenaza a México de cerrar la frontera: le da un año para frenar a inmigrantes y narcos

"Amo México, pero tenemos dos problemas", ha dicho el presidente. Le contamos qué planes tiene.

El presidente, Donald Trump, que lleva días repitiendo que esta semana cerraría la frontera con México para evitar la llegada de solicitantes de asilo, ha rebajado este jueves su amenaza, pero a cambio ha elevado su exigencia: ahora no se trata sólo de frenar a los inmigrantes, sino también la entrada de drogas.

Si el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no cumple, cerrará la frontera, pese a los daños económico enormes que eso provocaría a ambos países, y además impondrá aranceles a las importaciones mexicanas, incluyendo carros, pese a que acaba de firmar un tratado comercial para regular ese comercio.

 En un acto con periodistas en la Casa Blanca, el presidente ha indicado: “Amo México, pero tenemos dos problemas, la gente que cruza desde allí y las drogas, las cantidades masivas de drogas” que entran a través de la frontera.

“Si México no ayuda, está bien, vamos a imponer aranceles a sus carros”, ha añadido, “si las drogas no paran, y México las puede parar si quiere, vamos a imponer aranceles a sus carros”. “Lo haré, yo no juego”, ha recalcado, “les daremos un año para parar las drogas”, y “si no las paran, cerraremos la frontera”.

“No culpo a México”, ha indicado, “culpo a la gente que se sienta en esos sillones”, en referencia a su presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el que por otra parte siempre ha afirmado llevarse muy bien. El mandatario mexicano también ha mostrado el máximo respeto por Trump, llamando a la prudencia hace unos días para “no engancharnos en una confrontación, en un pleito”.

Trump había relajado en las últimas horas su tono contra México, afirmando que Obrador estaba tomando pasos para frenar la llegada de inmigrantes centroamericanos, pero recalcando que está listo para cerrar la frontera “al 100%”.

En esta amenaza incluyó también la posibilidad que no pueda cerrar un acuerdo con el Congreso para endurecer las leyes migratorias, aunque sobre este extremo no ha impuesto límites temporales.

El presidente ha reconocido el coste económico que tendría el cierre de la frontera, pero ha recalcado que la seguridad nacional, que en su opinión está en juego, “es más importante que el comercio”.

En 2018, el intercambio de mercancías a través de la frontera ascendió a 1.400 millones de dólares al día. El cierre provocaría una carestía de bienes en Estados Unidos, desde aguacates hasta piezas de carros.