IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Trump ataca a México y otros países por no frenar a los inmigrantes justo tras firmarse un acuerdo "HISTÓRICO"

El presidente ataca a México y los países centroamericanos por no frenar la llegada de inmigrantes mientras su secretaria de Seguridad Nacional firma un acuerdo "HISTÓRICO" con esos países para frenar la llegada de inmigrantes.
/ Source: TELEMUNDO

El presidente, Donald Trump, ha atacado hoy de nuevo a México por “no hacer NADA para detener el flujo de inmigrantes ilegales” que llega a Estados Unidos a través de su frontera. “Mucho hablar pero no hace nada”, escribió en la red social Twitter. “Y lo mismo Honduras, Guatemala y el Salvador, que han tomado nuestro dinero durante años y no hacen Nada”, añadió.

“¡Puede que cierre la frontera sur!”, concluyó el presidente, tras atacar de nuevo a los demócratas, acusándoles de que no les importa esta situación, y criticando las leyes migratorias estadounidenses, que en otras ocasiones ha calificado del hazmerreir del mundo entero.

Aunque no es la primera vez que lanza invectivas de este estilo, el mensaje de Trump es especialmente relevante este jueves porque se produce sólo unas horas después de que su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, anunciara desde Honduras un acuerdo “HISTÓRICO” con esos tres países centroamericanos  para “combatir las causas de la crisis en la frontera”.

“Trabajar con los Gobiernos centroamericanos para aumentar la seguridad y prosperidad en la región es una de mis mayores prioridades”, afirmó Nielsen en Twitter sólo unas horas antes de que Trump volviera a atacar a estos países.

Esta mañana, poco después del mensaje de Trump, Nielsen ha vuelto a insistir en dirección contraria al presidente: “Ayer firmé el primer acuerdo regional de este tipo jamás alcanzado con los Gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, el principal punto de salida de los flujos de inmigración hacia nuestra frontera”.

Nielsen dio las gracias expresamente a estos Gobiernos por “su compromiso para combatir la seria crisis humanitaria y de seguridad que afrontan nuestros países”.

El acuerdo, según ha dicho, permitirá combatir el tráfico de personas “aumentando el intercambio de información e inteligencia y reforzando la seguridad fronteriza”.  Entre los crímenes que se pretende evitar están, por ejemplo, los asaltos sexuales contra mujeres inmigrantes o “el uso de niños inocentes varias veces por parte de extranjeros para entrar ilegalmente en Estados Unidos haciéndose pasar por familias”.

Nielsen prevé que la llegada de inmigrantes a la frontera supere la cifra de 100.000 al mes, una crisis que, ha dicho, pone el sistema entero al borde de la ruptura. Pero el mensaje airado de Trump quizá se deba en esta ocasión a una nueva caravana de inmigrantes que se está formando en Honduras, y a la que el Gobierno mexicano ha calificado como “la madre de todas las caravanas”, con  hasta 20.000 personas reunidas para marchar hacia la frontera.

Ayer la Patrulla Fronteriza adelantó que estaba superada y que reasignará recursos para hacer frente a esta crisis, lo que puede crear atascos en el flujo legal de vehículos y mercancías en la frontera. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) ya había advertido de que el envío de agentes a la frontera había hecho disminuir el número de arrestos de indocumentados en el resto del país.

La media de inmigrantes indocumentados que tratan de entrar ilegalmente en el país a través de la frontera mexicana ha alcanzado cifras nunca vistas desde hace más de una década, según datos oficiales a los que ha accedido la cadena NBC.

Sólo el 19 de marzo la Patrulla Fronteriza interceptó a 3.974 personas, el récord desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. En otras seis ocasiones se rozaron las 3.600 personas, frente a la media de 3.530 del año fiscal de 2006.

En su mayoría se trata de familias que huyen de la miseria y la violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala, según las autoridades migratorias, familias que han desbordado las escasas plazas en refugios preparados para albergar a padres e hijos. Además, un acuerdo judicial impide mantener a familias detenidas más de 20 días.

Los inmigrantes que son atrapados cruzando ilegalmente la frontera o que se entregan en los puertos de entrada tienen derecho a intentar solicitar asilo en Estados Unidos.

Los que pasan la prueba del miedo creíble, consiguen cita ante un juez de inmigración. Hasta entonces, pueden ser encerrados en centros de detención o puestos en libertad, con o sin sistemas GPS de seguimiento.

Las autoridades fronterizas cuentan con entre 45.000 y 50.000 plazas en centros de detención,  pero se encuentran desbordadas por la llegada de inmigrantes. Sólo en febrero, por ejemplo, se contabilizaron 66.450 detenidos, más casi 10.000 personas que se entregaron en los puertos de entrada.