La Patrulla Fronteriza del sector El Paso, Texas, ha cerrado este lunes temporalmente sus retenes de carretera en la zona de Nuevo México para trasladar agentes a la frontera, según explican las autoridades por el aumento de llegadas de familias migrantes que solicitan asilo político. La mayoría llegan desde Centroamericanas, de Guatemala, El Salvador y Honduras. En este sector, que incluye la frontera de Nuevo México y parte de Texas, se arrestan aproximadamente 600 migrantes al día, según datos de la agencia.
Los retenes que han sido cerrados incluyen dos en la población fronteriza de Las Cruces, uno sobre la Interestatal 10 y otro en la Interestatal 25, así como dos más, uno en Alamagordo y otro en Deming. Al oeste de Texas ha sido cerrado otro retén.
Según, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) los agentes fronterizos de estos puestos serán enviados a la frontera para procesar y transportar a los migrantes que solicitan asilo y que continúan cruzando la frontera con México en grandes grupos.
El Gobierno de EE.UU. quiere que los pedidos de asilo se hagan solo en los puestos fronterizos y que, en lugar de permitir a los migrantes permanecer en el país mientras se resuelva su caso, estos aguarden en México, en una nueva política que ya ha llegado a los tribunales.
"La Patrulla Fronteriza continúa aprehendiendo familias y menores no acompañados en cifras cada vez mayores", dice la agencia. "Para procesar y asegurar un cuidado apropiado para aquellos que están en custodia, se han enviado recursos y personal a otros puntos de prioridad", añade. Matiza que se trata de una medida temporal, ya que los retenes “son parte integral de la misión de seguridad de la Patrulla Fronteriza".
Los retenes para esta agencia son una "segunda línea de defensa" y han sido establecidos en un límite de hasta 100 millas (160 kilómetros) dentro de la frontera, con el propósito de arrestar a migrantes indocumentados o detectar el tráfico de drogas.