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Un brutal asesinato cuestiona los visados para trabajadores del campo y la vigilancia de ICE

Dos policías fueron tiroteados en un pueblito de Washington por un inmigrante indocumentado que llegó al país con una visa H-2A. Ahora el sistema entero está en cuestión por denuncias de fallos y mala actuación de ICE.

Kittitas es un pueblito de apenas 1.500 habitantes que se definen como gente “trabajadora”, “hospitalaria” y “realmente amable” “en el corazón de una tierra agrícola” y cuajada de bosques en el estado de Washington, junto a la frontera canadiense. Es un lugar “sin ruido, sin atascos ni polución”, según presume en Internet, y también “sin crimen”.
Quizá por ello, el asesinato de un policía el pasado martes, el primero en casi un siglo, sacudió los cimientos de esta comunidad.

“¿Qué esto ocurra aquí? Es una locura, aquí esto no pasa”, explicó un estudiante de secundaria, Ethan Keaton, al diario The Seattle Times.

Ryan Thompson, de 42 años, fue baleado y perdió la vida en un tiroteo en el que también resultó herido el agente Benito Chávez, de 22 años. Habían respondido a un aviso a las siete y media de la tarde porque un conductor estaba manejando de forma errática y parecía estar enfurecido. Los policía lo persiguieron hasta que detuvo su carro, se bajó y les tiroteó. También perdió la vida en el incidente.

El sospechoso ha sido identificado como Juan Manuel Flores del Toro, de 29 años, vecino de una ciudad cercana, Ellensburg, e inmigrante indocumentado.

Flores, de nacionalidad mexicana, llegó al país en abril de 2014 con un visado H-2A para trabajadores temporales en la agricultura, pero cuando expiró su permiso no regresó, según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.

La asociación estatal de agricultores Growers League ha denunciado que ICE no vigila si los trabajadores con visado H-2A abandona o no el país una vez ha expirado su permiso: “Es uno de los agujeros que hay que arreglar”, ha dicho su director, Mike Gempler, al diario Yakima Herald.

ICE “prioriza sus recursos en individuos que suponen la mayor amenaza para la seguridad pública, la seguridad nacional y la seguridad fronteriza”, ha replicado una portavoz de la agencia, Tanya Roman.

El visado H-2A permite contratar a trabajadores extranjeros para labores agrícolas cuando no hay suficiente mano de obra local, por un periodo máximo de tres años. En 2016 se recibieron aplicaciones para contratar a 172.654 trabajadores, de los que 13.641 fueron en el estado de Washington, donde se cultivan manzanas, espárragos, albaricoques, cerezas, peras, arándanos y lúpulos.

Los granjeros se han quejado a sus representantes en Washington por la falta de trabajadores que se deriva del límite de 66.000 visados H-2B, que obliga incluso ha realizar una lotería  entre los aspirantes. El endurecimiento de la política migratoria con el Gobierno de Donald Trump ha complicado más las cosas.