Una joven de 19 años ha muerto de un disparo después de ser arrestada por la policía y cuando tenía las manos atadas por detrás de la espalda. La bala entró por su boca y le reventó la cabeza. El forense ha dictaminado que fue un suicidio.
Sarah Wilson viajaba como pasajera en el carro Lexus blanco que manejaba su novio, Holden Medlin, a las 4:30 de la tarde del pasado 25 de julio en Chesapeake (Virginia), según informa la emisora KUTV.
Dos oficiales de policía detuvieron su vehículo en una parada rutinaria de tráfico. y les hicieron descender de él para arrestarlos. Uno de los agentes esposó a la mujer, y luego acudió en ayuda de su compañero, puesto que Medlin, de 27 años, se mostraba combativo e intentaba escapar.
Mientras se intentaban controlar al hombre, los policías perdieron de vista a la mujer, que, según la versión de un portavoz policial, logró hacerse con un arma, posiblemente guardada en su carro, “se contorsionó” y se disparó en la boca.
“Estaba esposada, y logró colocarse el revolver en la boca estando esposada, eso es lo que me contó el investigador”, aseguró su madre, Dawn Wilson, a la cadena ABC. “En toda su vida nunca supo que hubiera disparado un arma”, añadió, “que hubiera tenido un arma o incluso que hubiera agarrado un arma”.
“No estoy señalando a nadie, no sé que pasó”, concluyó la madre, “yo no estaba allí, pero necesito saber, creo que es justo, soy su mamá”.
La policía no ha explicado hasta ahora cómo pudo suceder; los agentes aseguran que trataron de ayudar a la joven, pero murió en el lugar de los hechos. Su novio fue detenido por posesión de drogas y resistencia a la autoridad.
Uno de los agentes llevaba una cámara de vídeo en su uniforme, y la activó, pero resultó dañada durante la pelea para arrestar al hombre, según la policía, y no registró lo sucedido con la mujer.