Mabel Pérez Ordóñez, originaria de Nicaragua, acudió a una estación de policía en el condado de Miami-Dade, en Florida, para obtener un documento que acreditara que tenía un récord limpio, reportó este lunes el diario Miami New Times. No sabía que sería detenida ahí mismo.
Semanas antes, en febrero, Ordóñez había recibido una carta del departamento de policía del mismo condado. Los oficiales estaban investigando un posible caso de agresión sexual en su contra y le habían pedido que solicitara sus antecedentes penales.
Lo necesitaban para tramitar su visa U, un documento especial que permite que un inmigrante permanezca legalmente en el país mientras coopera como testigo para resolver cierto tipo de crímenes graves.
“Mi corazón se detuvo”, dijo Arauz Pérez, la hija de Ordóñez al Miami New Times, "tenía un mal presentimiento", añadió sobre el momento de la detención. Tras esperar un par de horas, mientras les decían que revisaban su historial, un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) ingresó al precinto y la esposó.
Ordóñez, una nicaragüense de 38 años con tres hijos, de 21 años, 15 años y 18 meses, es una inmigrante indocumentada. Ella estaba consciente de este problema y su abogada, Michelle Sánchez, ha dicho al medio citado que llevan años trabajando para regularizar su situación.
Lo que no se imaginaba era que había una orden de deportación en su contra. La orden fue emitida por un juez 11 años antes, después de un encuentro con agentes de la Patrulla Fronteriza en Brownsville, Texas, según el medio citado. Ella alega que fue un error de su anterior abogado, quien había entregado documentos falsos para intentar probar que la familia había regresado a Nicaragua de manera voluntaria.
Sus dos hijos mayores también aparecen en la orden de deportación, a pesar de que los ampara el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia.
Ordóñez actualmente se encuentra detenida en un centro en Louisiana. Ha ganado una estancia de expulsión y por el momento no será deportada.
La investigación por la agresión sexual en su contra, una exposición indecente mientras repartía diarios, continúa abierta.