Beto O’Rourke estuvo a punto de ganar un asiento en el senado el pasado noviembre en Texas, y estos días ultima su decisión sobre si presentarse a las elecciones presidenciales de 2020, en las que las encuestas le muestran como uno de los favoritos entre los aspirantes demócratas. Este martes desveló su agenda migratoria, uno de los puntos esenciales del debate político actual, que incluye un plan para abrir el camino a la ciudadanía a millones de extranjeros.
Durante su campaña para el Senado, O’Rourke prometió la ciudadanía a los soñadores, jóvenes llegados al país cuando eran niños de forma ilegal de la mano de sus padres; pero también legalizar el estado migratorio de “millones de inmigrantes ya en nuestro país”, lo que podría afectar a 11 millones de personas.
El plan, desvelado según el diario Houston Chronicle en un comunicado de siete páginas, insiste en conceder la ciudadanía a los soñadores, que según sus cálculos superan el millón de personas (actualmente, menos de 800.000 están aún protegidos por el programa DACA). Pero también quiere ese beneficio para sus padres, una medida que el ex presidente Barack Obama quiso aprobar en 2010 y fue cancelada por la justicia por haberlo hecho mediante orden ejecutiva.
También aboga por “sacar de las sombras” a los cerca de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, “asegurándonos de que se registran con el Gobierno para ganar su permiso para trabajar, pagar impuestos y contribuir incluso más al éxito de nuestro país”.
El político demócrata prometió en El Paso (Texas) derribar el muro fronterizo en caso de ser elegido (Trump quiere construir hasta 900 millas de barrera, pero ya hay levantadas casi 700 millas), pero esa medida no viene incluida en su plan. En su lugar, figura reforzar la infraestructura y personal en los puertos de entrada, y mejorar el seguimiento de las visas vencidas.
Tampoco dice nada su plan sobre la posibilidad de eliminar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como abogan sectores del Partido Republicano.