“Esto me pasó porque mi marido (…) no quiso pagar mi rescate”, decía la nota amarilla que cubría en parte la bolsa de basura negra. Dentro fue hallado el 13 de febrero el cuerpo decapitado de la empresa Susana Carrera, abandonado en una calle de Coatzacoalcos, en el estado mexicano sureño de Veracruz.
Había sido secuestrada una semana antes cuando salía de su casa para recoger a su hija que estaba con una amiga, según informa la cadena BBC.
Junto a su marido, Luis Manríquez, era dueña de la empresa Pexaluminio. Los secuestradores exigían cuatro millones de pesos por su rescate (210.000 dólares).
“Muchas gracias a todos por sus oraciones y deseos para que mi esposa Susana Carrera pudiera regresar a casa. Desgraciadamente no se pudo y falleció”, indicó Manríquez en la red social Facebook.
Según el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, en 2018 se registraron 49 secuestros y 160 homicidios en ese municipio, que tiene 320.000 habitantes.
La Fiscalía de Veracruz ha anunciado este lunes una investigación para averiguar cómo se filtraron a la prensa las imágenes del cuerpo sin vida de la mujer en la mesa de autopsias del Servicio Médico Forense.
"La Fiscalía General no tolerará situaciones como esta, que constituyen una revictimización y un incumplimiento del deber de secrecía dentro del trabajo de investigación", ha indicado en un comunicado.