Este viernes, se espera que el presidente, Donald Trump, firmará la ley presupuestaria que evite un nuevo cierre del Gobierno federal, luego de que el Congreso la aprobara por mayoría calificada este jueves en la noche.
También se espera que a las 10:00 AM, hora del este, Trump haga un anuncio en su residencia oficial de la Casa Blanca "sobre la crisis nacional humanitaria y de seguridad en la frontera sur". Asimismo, funcionarios de la administración han confirmado a la agencia de noticias NBC que el presidente dará a conocer su plan para conseguir 8.000 millones de dólares para construir su muro en la frontera.
Los funcionarios adelantaron que los montos saldrán de varias partidas. 1.375 millones de la ley que este jueves aprobó el Congreso; 600 millones del fondo de confiscaciones de drogas de la Tesorería; 2.500 millones del programa de interdicción de drogas del Departamento de Defensa, y el monto restante aún no se ha dado a conocer.
La tarde del jueves, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo respaldar la decisión de Trump de declarar el estado de emergencia. No existe, sin embargo, consenso entre los republicanos sobre la idoneidad de esta medida, que puede ser cuestionada en cualquier caso por el Congreso en un plazo de 15 días por mayoría simple (aunque sin mayoría calificada, Trump podría vetar al Congreso).
Los demócratas controlan por amplia mayoría la Cámara de Representantes, y los republicanos tienen 53 senadores frente a 47 que votan demócrata. La líder demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, ha indicado que se plantea revocar la orden ejecutiva de Trump, que provoca en su opinión más "inquietud" entre los republicanos de lo que dicen admitir.
La Casa Blanca ha confirmado a continuación la noticia, asegurando que esta acción ejecutiva ya había sido planteada por el presidente para “frenar la crisis de seguridad nacional y humanitaria en la frontera”. “El presidente está cumpliendo una vez más su promesa de construir el muro y asegurar nuestro gran país”, añade el comunicado de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Declarar el estado de emergencia permite al presidente contar con poderes especiales para hacer frente a una crisis; puede además dedicar fondos militares y soldados a construir proyectos civiles como el muro.
Ambos partidos llegaron a un acuerdo esta semana para sacar adelante una ley presupuestaria que evitara este viernes un nuevo cierre del Gobierno federal. El Senado lo ha aprobado este jueves por abrumadora mayoría (83-16). Falta que haga lo propio la Cámara de Representantes para que Trump lo pueda firmar como ha anunciado.
El texto incluye 1.375 millones de dólares para seguridad fronteriza. Trump había exigido 5.700 millones, y hace dos meses los demócratas estaban dispuestos a concederle 1.600 millones (la misma cifra que los republicanos aprobaron un año antes, cuando aún controlaban la Cámara de Representantes). El presidente no aceptó, y eso provocó un cierre del Gobierno federal de 35 días, que sólo acabó tras una crisis en el transporte aéreo.
Esos 1.375 millones permitirán construir 55 millas de barrera fronteriza en el valle del Río Grande. La frontera se extiende en total unas 2.000 millas, pero ya hay 700 millas de valla construidas, y según Trump harían falta entre 700 y 900 millas más; el resto queda cubierto por “un montón de barreras naturales”, entre ellas montañas y “ríos violentos y crueles”.
En total, según Trump, harían falta 25.000 millones de dólares a lo largo de una década para levantar la barrera que desea (que ya no es un muro de cemento sino una valla transparente de acero). Con este acuerdo obtiene 1.375 millones este año, pero la declaración del estado de emergencia le permitiría redirigir fondos para sufragar la construcción de la barrera fronteriza.
En un inusual comunicado conjunto, los demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, dijeron que una declaración de emergencia nacional por parte de Trump así sería “un acto ilegal, un burdo abuso de poder por parte de la presidencia y un intento desesperado de desviar la atención” del fracaso de Trump en obligar a México a pagar el muro, como lo ha prometido durante años. Los demócratas podrían considerar acciones legales para detenerlo.