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La violencia entre el cártel de Jalisco y el Ejército mexicano ya se considera “un conflicto armado no internacional”

Por sus atrocidades contra civiles, El Mencho y otros capos del CJNG podrían enfrentar un juicio internacional, como el que enfrentaron en su momento los criminales de guerra nazis. ¿Y el Ejército también tiene obligaciones?

A la inversa del dicho popular de que en el amor y la guerra todo se vale, el derecho internacional regula los conflictos armados, limitando lo que cada parte tiene derecho a hacer so pena de enfrentarse a la justicia internacional.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una organización criminal en México dedicada al narcotráfico, el secuestro y la extorsión, se ha involucrado en “un conflicto armado no internacional” con el Ejército mexicano, según la valoración de un instituto internacional, la Geneva Academy, con sede en Ginebra que se especializa en derecho internacional.

“El gobierno de México ha participado en la violencia armada contra varios cárteles en las últimas décadas. Cabe destacar que es parte de un Conflicto Armado No Internacional al menos contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)”, dice el documento del Geneva Academy.

Esto significa, entre otras cosas, que tanto el Ejército como el CJNG estarían obligados a cumplir con las Convenciones de Ginebra, un tratado internacional suscrito por México que regula la participación de actores estatales y no estatales en conflictos armados.

En principio, violar este tratado, por ejemplo, asesinando civiles inocentes, acarrea una responsabilidad jurídica ante la máxima corte del mundo, la Corte Penal Internacional, a cuyo arbitrio está sujeto México. En la práctica, la implementación de este tipo de normas internacionales se complica pues su aplicación depende en gran medida de la buena voluntad de cada nación.

La convención de Ginebra prohíbe “el asesinato, la mutilación, la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes, la toma de rehenes y los juicios injustos’, indica el informe.

Como señala la valoración del instituto, un conflicto armado puede darse entre un Estado y un actor no estatal, en este caso, una potente organización criminal.

“Aunque las organizaciones criminales persiguen objetivos principalmente económicos, esto no implica que no puedan ser parte de un conflicto en virtud del derecho internacional humanitario”, señala el informe.

Los criterios más relevantes son la intensidad del conflicto, que se puede medir por el número de bajas, duración del conflicto, tipo de armamento, número de participantes, alcance de la destrucción material e incluso la participación de la Organización de las Naciones Unidas.

En México, señala la revista Proceso por citar un ejemplo, el 4 de diciembre de 2018 un convoy del ejército fue atacado por el CJNG y seis policías fueron asesinados, uno de muchos enfrentamientos en los últimos años entre Gobierno y organización criminal.

El Cártel Jalisco surgió, recapitula el informe, como una escisión del cártel de Sinaloa, tras la ejecución por parte de fuerzas de seguridad mexicanas del capo Ignacio Coronel. A partir de entonces, Nemesio Osguera, conocido como El Mencho, se convirtió en el líder de la organización, dejando a su paso un reguero de muerte.

Por sus crímenes, El Mencho podría ser extraditado a La Haya en Holanda, donde se encuentra la Corte Penal Internacional y donde se han juzgado a los peores criminales de Guerra, desde los oficiales del ejército Nazi, hasta los genocidas de la antigua Yugoslavia.