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El perro Donald Trump fue baleado y sufrió 14 horas antes de morir. Su asesinato fue “legal”

Un hombre lo mató en Minnesota y en redes sociales se denunció el odio político. Hubo amenazas de muerte. Pero el sheriff explicó la misteriosa muerte.
Imagen de archivo de un perro de la raza Alaskan Malamute.
Imagen de archivo de un perro de la raza Alaskan Malamute. ASSOCIATED PRESS / ASSOCIATED PRESS

Donald Trump fue baleado el pasado viernes en Lakefield, un pueblito de Minnesota rodeando de lagos y con un gran campo de golf. Pero no fue un asesinato político.

Este perro de la raza Alaskan Malamute, tiradores tradicionales de trineos de nieve, había sido bautizado por su dueño, Randal Thom, en honor al presidente, del que parecía ser un fiel seguidor. Su muerte a tiros causó cierto revuelo en redes sociales, pues fue achacada al odio político de un vecino.

El sheriff del condado de Jackson ha querido poner fin a esas elucubraciones y lamentos: Donald Trump fue baleado “legalmente” hasta la muerte.

El perro había nacido en 2016, el mismo año en el que Trump accedió a la Casa Blanca. Su dueño acudió a 46 mítines políticos del ahora presidente, e incluso logró que le firmara una foto del perro.

El lunes, el hombre, de 59 años, publicó una foto del animal muerto en la red social Facebook, denunciando que un vecino había disparado contra él cuatro veces. Según afirmó, el perro “sufrió durante 14 horas” antes de morir. En los comentarios de los usuarios se registraron llamadas a una venganza violenta y acusaciones contra demócratas como supuestos autores del tiroteo.

“Los hechos han sido malinterpretados”, afirmó el sheriff, Shawn Haken, en un comunicado, “desafortunadamente, hay gente publicando ahora múltiples amenazas de violencia contra ciudadanos del área, justificándolas por esas publicaciones inexactas en redes sociales”. 

Los vecinos del dueño habían presentado denuncias en los últimos tres años por 14 incidentes relacionados con el perro, según la policía, que considera que la persona que lo mató (su identidad no ha sido revelada) lo hizo “protegiendo legalmente su ganado” en una propiedad privada.

El dueño, por su parte, aseguró que había tenido “algunas palabras sobre política” con la persona de la que sospecha, “aunque no suscribiría totalmente que lo hizo por eso”. El hombre fue condenado en 2015 por dejar “libres a perros y gatos”; el año pasado instaló una valla en su propiedad para evitar que se escaparan sus siete perros.