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Golpe letal a dos pandillas criminales que baleaban a rivales y vendían armas fantasma

Así siembran el terror en Estados Unidos con lazos con la mafia mexicana.
Un agente del FBI frente a armas decomisadas en la operación en Los Ángeles este miércoles.
Un agente del FBI frente a armas decomisadas en la operación en Los Ángeles este miércoles. AP / AP

Las autoridades federales aseguran hoy haber asestado un tremendo golpazo a dos bandas callejeras en Los Ángeles vinculadas a la mafia mexicana, con docenas de sospechosos arrestados y procesados en la ciudad californiana.

Han sido arrestados 25 miembros de la banda Vineland Boys, y otros 11 que estaban ya bajo custodia han recibido cargos en su contra, según la Fiscalía federal, que acusa a esta pandilla de controlar el valle de San Fernando usando tiroteos y otros actos violentos contra grupos rivales, traficando con drogas y armas, y extorsionando a otros narcotraficantes.

También se les atribuye la elaboración de armas fantasma, rifles como AR-15 sin número de serie que son imposibles de rastrear. Esas armas son presuntamente vendidas a pandilleros que, tras salir de la cárcel, tienen prohibido comprar armas legalmente.

Los Vineland Boys ya recibieron un golpe letal hace 14 años, tras la muerte de un agente de policía en Burbank y el intento de asesinato de su compañero. “Desafortunadamente, una nueva generación de pandilleros ha alcanzado la mayoría de edad e intenta recuperar el control del tráfico de drogas para la organización utilizando la violencia”, ha señalado el fiscal Nick Hanna según la cadena NBC.

La otra banda afectada por esta operación es Florencia-13, que está acusada de traficar con drogas en el sur de Los Ángeles, tratar de asesinar a sus rivales e intentar introducir cocaína, heroína y metanfetaminas en cárceles californianas.

Hay 26 miembros o cómplices acusados, según la Fiscalía, entre ellos Leonel Laredo, de 47 años, al que se acusa de gestionar las operaciones de la banda en el sur de California desde un prisión de Texas, con el fin de enriquecerse él y su familia extorsionando a los traficantes que operan en ese territorio.

Otro es Samuel Flores Mejía, al que se apoda Amenaza y que presuntamente baleó a un compañero de banda para disciplinarle en una casa de apuestas ilegal del grupo en abril de 2017.