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“Voy a volarle la cabeza a mamá”. Este hombre violó a su hijastra y se suicidó. Ahora está en caza y captura, vivo o muerto

Fue arrestado cuando su hijastra de 14 años quedó embarazada. El juez le dejó libre, y se suicidó, dejando una nota con dos palabras y una pistola. Pero su historia no había terminado aún.
Imagen de archivo de un cordón policial. A la derecha, Jacob Blair Scott.
Imagen de archivo de un cordón policial. A la derecha, Jacob Blair Scott. AP / AP

Jacob Blair Scott, de 42 años, fue acusado en noviembre de 2017 de violar durante meses a su hijastra de 14 años, a la que además grabó en posturas sexuales. La niña quedó embarazada. Scott fue arrestado en Moss Point, un pueblo de Mississippi en la desembocadura del río Pascagoula, y se enfrentaba a la posibilidad de pasar el resto de su vida en prisión.

Su abogado aseguró que sufría estrés postraumático y lesiones en el cerebro por su servicio militar en Irak, por el que fue condecorado con un Corazón Púrpura. El juez le dejó en libertad bajo fianza de 65.000 dólares antes del juicio para que se sometiera a un tratamiento por colitis.

El 30 de julio de 2018, Scott desapareció sin dejar rastro. Atrás quedó sólo su carta de suicidio.

“Recibimos la llamada a las siete de la mañana del 30 de julio avisando de que había un bote a la deriva y no se podía ver si había alguien a bordo”, explicaron las autoridades de Orange Beach, una localidad costera al otro lado de la frontera de Alabama. “Encontraron el bote, encontraron la nota dentro, y basado en lo que vimos, pensamos que podría ser un suicidio”, añadieron.

En la embarcación, que fue hallada flotando en la costa del golfo de México, se encontró la nota, en la que había escrito “Lo siento” junto a su número de seguro social; y una pistola atada a una cuerda. Parqueado cerca estaba su carro, un Toyota 4-Runner de 1994, con botellas vacías de alcohol, algo de dinero, una cuerda, y su documentación.

Durante una semana, buscaron en el mar y desde el aire el cuerpo de Scott. “Es raro no hallarlo en ese tiempo, pero ha sucedido antes”, dijeron las autoridades, que tampoco descubrieron signos de un homicidio, según el diario Sun Herald.

Los investigadores sospecharon porque en el bote apenas había sangre, y no se halló ningún rastro de masa cerebral, piel u otra evidencia del suicidio. Además, Scott había retirado 45.000 dólares de su cuenta de jubilación unos días antes, según la agencia de noticias The Associated Press.

“De inmediato supe que no se había suicidado”, explicó la madre de la niña, que afirmó que Scott había jurado que no pasaría ni un día en la cárcel. “Era muy narcisista en nuestro matrimonio, se quería mucho”, añade la mujer, “amaba todo lo que le permitiera llamar la atención, lo sabía, era ese tipo de persona”.

“No era el tipo de persona que asumiera haber hecho algo malo”, explicó, “le pusieron una fianza muy baja y él tenía un buen trabajo en Chevron, con el dinero de los veteranos, sabía que tendría suficiente para pagarla y escapar”.

La pareja había estado casada durante 10 años, según el citado diario, y la mujer había denunciado maltrato físico y psicológico. La niña, según su madre, estaba demasiado aterrada para denunciar lo que ocurría: “Sabía que era violento y que cumpliría sus amenazas”, explica la mujer, “él decía, ‘Voy a volarle la cabeza a tu mamá y voy a hacerte mirar si cuentas lo que ha pasado”.

Fue finalmente la hermana mayor de la adolescente quien denunció las violaciones; para entonces, la menor estaba embarazada de 10 semanas.

Un amigo de Scott denunció haberle visto manejando en el condado de Jackson el 6 de agosto, días después de su desaparición. La pista reapareció de nuevo en diciembre en Denver (Colorado), donde varias personas aseguraron haberle visto en un complejo de apartamentos, según aseguraron los US Marshall a la emisora The Denver Channel. “Estoy al 100% seguro de que era él”, dijo Mano Quintana.

“Por favor, haz lo correcto por una vez y entrégate”, le ha suplicado su ahora ya ex esposa, “[mi hija] merece justicia, Jacob, ya has hecho suficiente, por favor, por favor, entrégate, haz lo correcto”.

“Si le ha hecho esto a mi niña”, añade, “a la que conoce desde que tenía dos años, ¿qué podría hacerle a otro niño?”.