Una mujer descubrió en la noche del lunes los cadáveres de sus abuelos, que había muerto tiroteados en su casa de El Bosque, al sur de la capital chilena. José Aedo, de 94 años, y su esposa, Blanca Sáenz, habían fallecido de un disparo con un arma inscrita a nombre de la mujer, según informa la agencia de noticias Efe.
Junto a los cadáveres, fue hallada una carta en la que la pareja, que llevaba 62 años casada, explicaba supuestamente que había decidido suicidarse porque estaban cansados de vivir y de depender económicamente de su familia (tenían cuatro hijos y siete nietos). La mujer estaba además gravemente enferma, según fuentes de la investigación consultadas por Efe.
La policía y la Fiscalía investigan las circunstancias de su muerte: según las primeras pesquisas, el hombre disparó a su esposa y luego se quitó la vida; según fuentes familiares, no había antecedentes de violencia doméstica, la pareja vivía aparentemente feliz y acababa de acudir días antes juntos a la consulta médica.
“Eran una pareja feliz durante los 60 años que tuvieron de matrimonio”, explicó su nieta Catalina Aedo al medio chileno 24Horas, “nadie podía predecir esto”. “Fue una decisión de ellos”, añadió el hijo de la pareja Jorge Aedo, que insistió en que la muerte fue de común acuerdo; la familia cree que fue “un pacto de amor”, según el citado medio. “Es mentira que estaban solos
“Toda la gente está impactada”, explicó una vecina a Efe, “porque no lo esperábamos, ni siquiera lo podríamos haber imaginado, era una pareja de tantos años, tienen hijos y nietos ya adultos”.