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EEUU pone en marcha la devolución de migrantes solicitantes de asilo a suelo mexicano

Se trata de Carlos Catarldo Gómez, hondureño, de 55 años. Entró en México con una caravana del año pasado y pedido refugio en Estados Unidos
Carlos Catarldo Gómez (centro) este martes es escoltado por funcionarios mexicanos tras salir de Estados Unidos, la primera persona que regresó a México para esperar su fecha de juicio de asilo, en Tijuana.
Carlos Catarldo Gómez (centro) este martes es escoltado por funcionarios mexicanos tras salir de Estados Unidos, la primera persona que regresó a México para esperar su fecha de juicio de asilo, en Tijuana.AP / AP

La administración de Donald Trump ya ha puesto en marcha su plan para que solicitantes de asilo en Estados Unidos esperen la resolución de sus trámites en territorio mexicano. El primer migrante devuelto, según el protocolo de protección de migrantes, ha llegado a la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana este martes al mediodía, donde deberá permanecer hasta que se celebre su audiencia ante un tribunal de inmigración.

El hondureño Carlos Catarldo Gómez, de 55 años, quien meses antes había solicitado refugio a Estados Unidos, fue trasladado en una camioneta del Instituto Nacional de Migración de México (INM) desde San Diego a una parte de la zona fronteriza que se desconoce. Según las autoridades mexicanas, entró a México con la caravana del año pasado.

"Algunos individuos que llegaron o entraron a los Estados Unidos por México, de manera ilegal o sin la documentación adecuada, podrán ser retornados a México durante sus juicios migratorios", ha indicado la embajada de EE.UU. en México en un comunicado. Este protocolo forma parte de una disposición anunciada el 20 de diciembre de 2019 por el Gobierno de Washington.

Las autoridades mexicanas están preocupadas por el alcance de esta medida unilateral de la administración Trump. México se ha mostrado dispuesto a aceptar a los migrantes que les sean devueltos aunque esto incrementará la presión migratoria en las ciudades mexicanas fronterizas donde se aplique. Este programa arranca con mensajes contradictorios entre las autoridades mexicanas y estadounidenses. 

El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén, dijo este lunes que solo se aceptarían de regreso a peticionarios de asilo de entre 18 y 60 años, lo que dejaría fuera a los adultos que viajan con niños. 

Pero el portavoz de la Cancillería mexicana, Roberto Velasco, aseguró el pasado viernes que los casos de familias se estudiarán de forma individual. Una autoridad mexicana con conocimiento directo del proyecto, que pidió el anonimato porque las negociaciones entre ambos países no se han hecho públicas, indicó que México pidió que se excluyera a las familias y que se comenzara solo con adultos. Además aseguró que los primeros grupos devueltos serían de 20 personas cada día. 

Guillén también dijo que el programa solo se aplicaría en el cruce de El Chaparral que conecta San Diego y Tijuana, mientras que el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, dijo que aunque al principio el plan se limitaría al cruce de San Ysidro en San Diego, el más ocupado de la nación,  se ampliaría a otros en “un futuro próximo".

Por su parte, Katie Waldman, portavoz del departamento de Seguridad Interior de EEUU, desmintió tajantemente a Guillén y aseguró que el plan era extender esta política “a toda la frontera sur” estadounidense y que se aplicará a familias completas.

La idea del plan es que los migrantes puedan ir y venir entre México y Estados Unidos mientras se tramitan sus juicios de asilo.

Velasco, en un artículo publicado por The Washington Post, dejó entrever las incertidumbres del nuevo plan y dijo que "hay varias preguntas a nivel técnico ... que los dos gobiernos deben abordar para garantizar una implementación adecuada de esta política unilateral". México ha reiterado que EE.UU. está actuando solo, pero se ha comprometido a otorgar visas temporales a los solicitantes de asilo, con permiso para solicitar una autorización de trabajo.

Aunque los cruces ilegales desde México se encuentran en niveles históricamente bajos, ha habido un incremento en las solicitudes de asilo en Estados Unidos, en especial de familias centroamericanas. Debido a la falta de espacio y a un límite judicial de 20 días para mantener detenidos a niños, las familias normalmente son puestas en libertad con un aviso para que se presenten ante una corte de migración, pero como hay un retraso de más de 800.000 casos, eso puede llevar años.

La política de Washington busca reducir los incentivos para que los migrantes soliciten asilo en el país con la idea de que quedarán libres y podrán pasar varios años allí aunque sus pedidos sean rechazados.

Con las visas humanitarias que se daban hasta ahora en México (de momento se han frenado) los migrantes podían moverse por todo el país y alcanzar la frontera con Estados Unidos legalmente. No obstante, se ampliarán ciertas visas temporales para que los migrantes puedan estar y trabajar en los estados del sur del país. Sin embargo, las tarjetas de visitantes regionales o trabajadores fronterizos limitan el movimiento de los centroamericanos a los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo, todos al sur de la capital del país.

Según los últimos datos del INM, en las últimas dos semanas casi 12.600 migrantes han solicitado visa humanitaria. El gobierno ya se la concedió a casi 4.000 personas y tramitará el resto de solicitudes pero no aceptará más de momento. Además, en torno a 3.000 integrantes de las caravanas de finales de 2018 disfrutan del mismo permiso.

En octubre de 2018, miles de centroamericanos, en su mayoría hondureños y salvadoreños abandonaron sus países en distintas caravanas con el objetivo de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo, en un éxodo que causó choques diplomáticos entre países.

En los últimos días, al menos dos nuevas caravanas han partido desde Centroamérica; una de hondureños conformada por unas 2.500 personas y otra de salvadoreños más pequeña, de unos 100 migrantes. De estás dos nuevas caravanas, unos 1.100 migrantes han arribado en los últimos días a la Ciudad de México.