Un avión Boeing 737 de la compañía rusa Aeroflot realizó este miércoles un aterrizaje de emergencia después de ser secuestrado por un pasajero borracho que exigió que el vuelo comercial fuera desviado a Afganistán.
El aparato acababa de despegar a la una de la tarde (hora local) de la ciudad rusa de Surgut, en Siberia, y se dirigía a Moscú con 76 personas a bordo cuando, tras pocos minutos de vuelo, un pasajero amenazó a la tripulación asegurando que estaba armado e intentó entrar en la cabina del piloto, según la cadena CNN.
El aparato “cambió de rumbo por exigencia de uno de los pasajeros”, según el Comité Antiterrorista ruso, pero el piloto decidió aterrizar en Khanty-Mansiysk, a unas 145 millas al oeste, tras convencer al secuestrador de que necesitaba repostar combustible, según la agencia de noticias Europa Press.
El avión estuvo detenido durante una hora en la pista, mientras el aeropuerto era evacuado. Los servicios de seguridad abordaron entonces el aparato, y detuvieron al hombre sin que nadie resultara ser herido.
El sospechoso, habitante de Surgut, ya había sido arrestado antes por destrucción de propiedad, y ahora se enfrenta a cargos por el secuestro del aparato, con una posible condena de hasta 12 años de prisión, según la agencia de noticias The Associated Press.