IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El escape sin ropa, una carta de amor y el testimonio del carcelero que ayudó a El Chapo

A medida que se acerca el fin del juicio del siglo, la fiscalía busca acabar con la defensa del capo. Este martes, la huida desde una bañera, el testimonio de una amante dolida y la traición de un socio.

Vistiendo atuendos que hacían juego, sacos de terciopelo violeta y un pañuelo escarlata, El Chapo, Guzmán Loera, y su esposa Emma Coronel se presentaron en la corte de Brooklyn (Nueva York) donde a uno de ellos se le juzga por dirigir una de las empresas criminales de narcotráfico más lucrativas de la historia.

Este martes en el juicio en contra del mexicano Joaquín Guzmán Loera, la fiscalía presentó la que se presume es una de sus cartas más fuertes en contra de este capo y, cuando quedan pocos nombres en la lista, el testimonio del testigo Dámaso López busca atar cabos sueltos, señalando la proximidad del fin de este proceso judicial que ha capturado la atención del público.

A Dámaso López Núñez se le considera como uno de los socios más cercanos de El Chapo. Se conocieron en 1999, cuando Dámaso era  subdirector de seguridad y custodia del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en México, y Guzmán uno de los internos.

Según los rumores, El Chapo se habría fugado del penal en 2001 con la ayuda de López, oculto en un carrito de lavandería; sin embargo, el exdirector negó este martes en la sala de Brooklyn que hubiera asistido de ese modo a quien después se convertiría en su socio. Lo que sí admitió fue haberle ayudado a meter teléfonos celulares en su celda, ropa y a tener visitas de su esposa Griselda, a pesar de que ya lo visitaba otra cónyuge, Alejandrina, y no se permitían más visitas.

En el 2000, en medio de una investigación anticorrupción en el penal, López renunció y unos meses después El Chapo se fugó, supuestamente oculto en un carro de lavandería. Según López, la fuga la planeó El Chapo cuando se enteró que lo querían extraditar a Estados Unidos y lo asistió exclusivamente un hombre al que apodaban Chito, el encargado de lavandería, que lo sacó escondido en el maletero de su auto junto con la ropa sucia del penal.

Tras dejar su empleo en la prisión López se fue a trabajar con El Chapo. En un principio lo ayudó a comprar propiedades para lavar el dinero, casas y ranchos; pero con el tiempo se convirtió en una especia de agente de relaciones públicas con el Gobierno, avisando al cártel de Sinaloa cuándo iba a haber un operativo en su contra.

La Amante de El Chapo

Este martes también concluyó el interrogatorio de la defensa a Lúcero Sánchez López, examante de El Chapo que llegó a ser diputada local de Sinaloa y que ahora se encuentra presa en Estados Unidos por conspirar para traficar cocaína.

Mientras Guzmán y su esposa Emma Coronel lucían atuendos que combinaban, como si se tratara de mandar un mensaje, desde el estrado Sánchez continuó con su testimonio, vestida con el uniforme azul de los reos.

Los fiscales le enseñaron una carta a Sánchez, presuntamente escrita por El Chapo desde la prisión en 2014 y dirigida a ella, cuando todavía era diputada y su amante. En el texto estaba detallado el plan para que lo visitara en la prisión de máxima seguridad del Altiplano.

“Eran las palabras de amor que me escribía siempre", dijo Sánchez a los fiscales, reconociendo la letra del inculpado.