El periodista Rafael Murúa Manríquez, de 34 años, director de una radio comunitaria en el estado mexicano de Baja California Sur, ha sido hallado muerto este domingo con "diversas perforaciones en el tórax". Se trata del primer homicidio contra un periodista de este año en el país. El reportero se había acogido al programa de protección a periodistas del Gobierno mexicano tras recibir amenazas por su trabajo.
Según las autoridades mexicanas, el cuerpo fue localizado entre la maleza en el kilómetro 40 del tramo carretero Santa Rosalía-San Ignacio, en el municipio de Mulegé. La fiscalía del estado de Baja California Sur dijo que se había programado una autopsia, pero que al parecer murió apuñalado. Esta nueva muerte reabre la herida sobre el ejercicio de la libertad de expresión en el país.
Murúa era director y fundador de una radio comunitaria, RadioKashana, en Santa Rosalía. Según informa el diario EL PAÍS, Cristina Medina, amiga y colega de la víctima, asegura que él era uno de las pocas voces críticas del gobierno municipal de Mulegé. Redes de corrupción y nepotismo en las oficinas públicas figuran entre las investigaciones del comunicador.
El reportero lo denunció así en sus redes sociales el pasado noviembre: "Ejercer el periodismo en Santa Rosalía me ha traído bastante satisfacción, incluyendo un título profesional, pero también varias amenazas de muerte, intentos de censura al más dictatorial estilo, calumnias, traiciones, enemistades".
Su familia lo había reportado como desaparecido el domingo por la tarde luego de que salió a caminar el sábado en la noche y nunca regresó.
Jan-Albert Hootsen, representante del Comité para la Protección de los Periodistas en México, dijo el lunes en Twitter que Murúa estaba dentro del programa de protección a periodistas del país y que había recibido amenazas, algunas apenas en noviembre del año pasado.
México es uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo.
En el pasado sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) hubo 47 asesinatos de periodistas en México, mientras que en el mandato de López Obrador, que arrancó el 1 de diciembre, han sido asesinados tres periodistas.