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Joven que aparece en video de la marcha en Washington DC denuncia "mentiras descaradas" en su contra

El joven Nick Sandmann dijo que respetaba a todas las razas y que el viernes estaba intentando aplacar el incidente ocurrido en la Marcha de los Pueblos Indígenas.

El joven que se ha visto en el centro de lo que se ha descrito como una confrontación hostil con un anciano de una tribu Omaha la semana pasada denunció este domingo lo que llamó "mentiras descaradas", y dijo que en realidad estaba tratando de mantener la calma para aplacar la tensa situación.

"Soy el estudiante que aparece en el video en frente del manifestante nativo americano", declaró Nick Sandmann, estudiante de último año de la Covington Catholic High School, de la localidad de Covington, en Kentucky, en un comunicado emitido por su familia a través de una firma de relaciones públicas.

Este video de amplia circulación muestra a jóvenes, muchos de ellos con gorras que dicen “Make America Great Again”, que parecen rodear a un grupo de nativos americanos que interpreta una canción sobre la fuerza y ​​el coraje durante la Marcha de los Pueblos Indígenas que tuvo lugar en Washington, en la tarde del pasado viernes.

Sandmann se ha convertido en el rostro de la aparente confrontación, sonriendo en silencio, a solo un pie o dos del rostro de Nathan Phillips, un veterano de la guerra de Vietnam y destacado activista por las causas de los pueblos indígenas.

Los críticos han calificado al joven como sonriente y tratando de hacerle frente a Phillips. Pero otros videos más largos han complicado el relato, al sugerir que hubo burlas por parte de un grupo aislado de personas antes del incidente que fue grabado en el video que más ha circulado.

Sandmann dijo este domingo que cuando su grupo llegó el viernes al Monumento a Lincoln, el sitio escogido para la Marcha de los Pueblos Indígenas, escuchó a “cuatro manifestantes afroamericanos”, quienes supuestamente le lanzaron “insultos despectivos contra nuestro grupo escolar”.

“También se burlaron de un estudiante afroamericano de mi escuela diciéndole que 'cosecharíamos sus órganos'", dijo Sandmann.

 “No tengo idea de lo que significa ese insulto, pero fue sorprendente escucharlo”, agregó.

Sandmann dijo que, con el permiso de un maestro que se desempeñaba como acompañante, comenzó a dirigir al grupo de estudiantes mediante cantos de espíritu escolar "para contrarrestar las cosas odiosas que se estaban gritando contra nuestro grupo".

Unos minutos después, los manifestantes nativos comenzaron a acercarse a ellos, dijo, “acompañados por al menos una persona con una cámara”.

Refiriéndose a Phillips, Sandmann dijo: “Nunca me relacioné con este manifestante. No le hablé. No hice gestos con las manos ni otros movimientos agresivos. Para ser sincero, me sorprendió y me confundió la razón por la que se me había acercado. Ya nos había gritado otro grupo de manifestantes, y cuando se acercó este segundo grupo me preocupaba que una situación se saliera de control, en la que los adultos intentaban provocar a los adolescentes.

"Creía que al permanecer inmóvil y tranquilo estaba ayudando a aplacar la situación -aseguró-. Me di cuenta de que todos tenían cámaras y que tal vez un grupo de adultos estaba tratando de provocar al grupo de adolescentes para llegar a un conflicto mayor. Por eso me dije una oración silenciosa para que la situación no se saliera de control”.

Sandmann, quien informó haber recibido amenazas de muerte, criticó enérgicamente que lo hayan caracterizado como racista.

“Estoy mortificado de que tanta gente haya llegado a creer algo que no sucedió: que los estudiantes de mi escuela cantaban o actuaban de una manera racista hacia los afroamericanos o los nativos americanos”, afirmó.

“No lo hice, no tenía sentimientos de odio en mi corazón, y no vi hacerlo a ninguno de mis compañeros de clase”, agregó.

“He leído que el Sr. Phillips es un veterano de los Marines de Estados Unidos. Le agradezco por su servicio y le agradezco a cualquiera que se haya puesto el uniforme para defender a nuestra nación. Si alguien se ha ganado el derecho de hablar libremente, ese es un veterano de la Marina”, aseveró

Antes, la Covington Catholic High School y la Diócesis Católica de Covington, en las cercanías de Cincinnati, rechazaron cualquier tipo de confusión y condenaron “las acciones de los estudiantes de Covington Catholic High School hacia Nathan Phillips específicamente, y hacia los nativos americanos en general”.

"El asunto está siendo investigado y tomaremos las medidas apropiadas, incluida la expulsión", expresaron la diócesis y la escuela en una declaración conjunta.

Ambas instituciones informaron que los estudiantes estaban en Washington DC para asistir a la Marcha por la Vida, una importante manifestación contra el aborto, y lamentaron que el incidente “haya manchado todo el recuerdo de la Marcha por la Vida”.

También extendieron “nuestras más sinceras disculpas a todos aquellos que asistieron a la Marcha y a todos los que apoyan el movimiento pro-vida".

En una carta a los padres antes de la marcha, la Covington Catholic High School recordó que más de 200 estudiantes habían asistido al mismo mitin contra el aborto el año pasado, acompañados por sus padres.

Se cree que la declaración de Sandmann de este domingo es la primera afirmación de que el grupo estuvo acompañado por adultos en el momento del incidente del viernes. Phillips y otros se preguntaron por qué no parecía que hubiera una presencia adulta mayor que pudiera intervenir, ya que nadie lo hizo duranrte la aparente confrontación.

En una entrevista con Joy Reid, de MSNBC, Phillips dijo este domingo que se acercó a los jóvenes tras haberlos visto interactuar con un grupo conocido como Black Hebrew Israelites, una asociación poco conocida por el público, integrada por afroamericanos que dicen que son descendientes de los israelitas bíblicos.

Pero en lugar de ponerse a escuchar, según Phillips, algunos de los jóvenes comenzaron a expresar su apoyo a la propuesta del presidente Donald Trump de construir un muro a lo largo de la frontera con México, con “cantos sobre 'construir el muro' y otras cosas mucho peores”.

Phillips dijo que los acompañantes de los jóvenes deberían ser despedidos.

“¿Dónde estaban? ¿Cómo permitieron que estos estudiantes llegaran a este punto después de que llevara una hora ocurriendo? ¿Estaban con ellos? ¿Los estaban alentando?”, preguntó.

Mientras tanto, el alcalde de Covington, Joe Meyer, expresó su frustración por el hecho de que el incidente se estaba vinculando con su ciudad y señaló que la Escuela Católica de Covington se encuentra en realidad en la cercana ciudad de Park Hills, no en Covington.

“Pero ese no es el punto”, escribió Meyer en un artículo de opinión ofrecido a los periódicos y publicado en el sitio web de la ciudad.

“El punto es que por las acciones de quienes viven en el norte de Kentucky, nuestra región está siendo desafiada nuevamente a revisar nuestras identidades, valores y creencias”, escribió Meyer.

“Independientemente de en qué ciudad exacta vivamos, debemos preguntarnos si un comportamiento como este SIGNIFICA quiénes somos y esforzamos por ser. ¿Es esto lo que enseñan nuestras escuelas? ¿Son estas las creencias que nosotros, como padres, modelamos y aprobamos?

"¿Es esta la forma en que queremos que el resto de la nación y el mundo nos vean?" preguntó.

"En respuesta, déjeme, como alcalde de Covington, ser absolutamente claro: no".