Un agente estadounidense que dio su testimonio este miércoles en el juicio en contra de Joaquín El Chapo Guzmán en Nueva York admitió que la policía mexicana había sido apartada intencionalmente de la operación por falta de confianza.
El agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), Víctor Vásquez, dijo ante un jurado en el juicio de Guzmán que él era el enlace estadounidense en una operación para tratar de capturar a los líderes del cártel de Sinaloa. Pidió que en su equipo sólo estuvieran los marinos mexicanos porque creía que, a diferencia de la policía, ellos no iban a avisar al cártel.
Involucrar a la policía "no iba a funcionar" debido al "nivel de corrupción", testificó Vásquez en un tribunal federal de Brooklyn.
Pero en México, la participación de los militares en las tareas de seguridad pública ha causado gran controversia debido a las violaciones de derechos humanos y la creciente ola de violencia.
Algunos expertos en el tema se han pronunciado porque sean las policías las que tengan la obligación jurídica de garantizar la salvaguarda de los ciudadanos, utilizando a los militares sólo en situaciones extremas como el combate al narcotráfico, cuyos miembros suelen estar fuertemente armados.
Usando información de la DEA sobre el paradero de los jefes del cártel de Sinaloa, una fuerza de ataque de unos 100 marinos en helicópteros y camiones, primero, intentó capturar a Ismael, El Mayo, Zambada, pero no lo encontraron en una redada en un rancho en Sinaloa, dijo.
La audiencia terminó antes de que Vásquez pudiera describir los esfuerzos para encontrar a Guzmán. El capo fue atrapado en 2014, pero terminó por escapar a través de un túnel excavado en su celda de prisión meses más tarde.
Guzmán fue recapturado en 2016 y se le extraditó a Estados Unidos para enfrentar cargos de narcotráfico con una pena máxima de cadena perpetua. La defensa legal de El Chapo ha dicho que la fiscalía lo acusa con testimonios falsos de cooperadores de dudosa reputación.
Este miércoles, el cooperador Alex Cifuentes reconoció que había dicho a los investigadores que su cártel colombiano llegó a pagar una "asignación mensual" al "General Naranjo", una referencia aparente al general Oscar Naranjo Trujillo. El ex general, conocido en su país por combatir a los narcotraficantes, negó la acusación en las redes sociales.
De igual modo, políticos mexicanos, entre ellos el ex presidente Enrique Peña Nieto y sus colaboradores más cercanos han negado las acusaciones de Cifuentes y los abogados de Guzmán de que recibieron sobornos de El Chapo.