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Esta niña actuó para Obama. Iba a salir de viaje cuando un psicópata le disparó por la espalda

"Yo era ella y ella era yo", dijo Michelle Obama. Su marido habló también de la niña en un importante discurso. Pero el autor de los disparos pide que se siga investigando: "Estoy enfadado".

Hadiya Pendleton tenía 15 años y soñaba con irse a estudiar al extranjero. Su familia preparaba un viaje al otro lado del océano, y pensaba conseguirle su pasaporte a inicios de la semana siguiente. “En su lugar, tuvimos que planear un funeral”, explicó este lunes su madre, Cleopatra Cowley, a la cadena CNN

Al entierro acudió la entonces primera dama, Michelle Obama. La niña había formado parte de una banda que actuó durante la segunda inauguración de Barack Obama en enero de 2013. Apenas una semana después, fue tiroteada por la espalda en un parque de Chicago (Illinois).

Fue sólo una de las más de 3.000 víctimas de homicidios que desde 2013 han muerto en esa ciudad, pero su caso logró resonancia nacional e incluso fue tratado por Obama durante su discurso sobre el estado de la nación de ese año. Su mujer, Michelle, regresó a Chicago después del funeral y no muy lejos de la casa donde ella misma había crecido afirmó: “Hadiya Pendleton era yo, y yo era ella”.

La joven murió el 29 de enero de 2013 alrededor de las 2:30 PM, cuando se refugió de la lluvia bajo un toldo en el parque Harsh junto a un grupo de amigos. Un hombre saltó una valla, se acercó al grupo a la carrera, y empezó a disparar contra ellos. La policía sospechó desde el principio que el asesino había confundido a los jóvenes con miembros de una banda callejera rival. Pendleton, que no tenía vínculo alguno con pandillas, recibió un disparo en la espalda y murió. Otras dos personas resultaron heridas.

Este lunes, seis años después del crimen, el juez Nicholas Ford, del condado de Cook (Illinois), impuso una sentencia de 84 años de cárcel al hombre que realizó los disparos, Micheail Ward, de 24 años, que morirá previsiblemente en prisión. Un jurado le había encontrado culpable de asesinato hace cinco meses.

“Estoy enfadado porque soy el único que se hunde por un asesinato que no cometí”, dijo Ward, “todo lo que tenéis que hacer es tomaros el tiempo para investigarlo, todos visteis lo que pasó”. En realidad, también ha sido considerado culpable de asesinato en primer grado el cómplice que manejaba el carro en el que huyeron tras los disparos, Kenneth Williams.

El asistente del fiscal del condado, Brian Holmes, calificó a Ward como “un sociópata” con “una absoluta falta de empatía”; en el momento del crimen, el asesino tenía 18 años y estaba ya en libertad condicional. Para el fiscal, “es la cara de la absurda violencia con armas de fuego en Chicago”.

“Hadiya está sirviendo una sentencia de muerte”, dijo la madre de la joven, “y toda la familia está condenada de por vida por su muerte”.