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Dicen que la culpa no es de los mensajeros: El Chapo piensa otra cosa

Según el testigo Alex Cifuentes, el capo mandó matar a una mujer porque no pudo sobornar a un general. "Dijo que era una mentirosa y ordenó que la mataran".

Este martes en la corte donde se lleva a cabo el juicio contra el presunto narcotraficante mexicano Joaquín, El Chapo, Guzmán, el testigo de la fiscalía Alex Cifuentes continuó con su declaración.

Destacó su aseveración de que el ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto había recibido un soborno por 100 millones de dólares de parte del capo mexicano.

Pero también trascendió en el juicio sus declaraciones, de particular importancia para los fiscales que buscan probar que El Chapo era el líder de una empresa trasnacional de tráfico de narcóticos, sobre las órdenes que dio a una agente de modelos.

Cifuentes dijo al jurado en la corte de Brooklyn que El Chapo había ordenado a su asistente personal, Andrea Velez, quien también manejaba una agencia de modelos, que persuadiera a un “general de la nación”, que no fue nombrado, de que aceptara un soborno de 10 millones de dólares.

Velez llevaría a varias de sus “amigas” a una fiesta privada para ofrecérselas al general junto con el dinero, a cambio “de que dejara a El Chapo en paz”.

Sin embargo, parece que el general habría rechazado la oferta, porque “odiaba mucho a Joaquín”, dijo Cifuentes.

Esto no le sentó bien al capo de Sinaloa. Aunque fuera la mensajera.

“Estaba enojado y dijo que era una mentirosa, ordenó que la mataran”, dijo Cifuentes, un narcotraficante colombiano que se convirtió en secretario de El Chapo entre 2007 y 2013.

Cifuentes ha dicho que se reunió con miembros de la pandilla estadounidense Hells Angels para que agregaran a esta mujer a su lista de asesinatos, donde ya figuraba un narcotraficante en Canadá. Pero tanto Velez como el narco de Canadá siguen vivos, según Cifuentes.

El movido día en la audiencia no estuvo exento de sentimentalismo, cuando el propio Cifuentes derramó unas lágrimas al oír una conversación de 2012 con su madre. En ésta, se escuchaba al colombiano quejarse de que se encontraba “solo, solo” en Cabo San Lucas, escondido en las alcantarillas porque la policía estaba “tirando la ciudad” para encontrar a El Chapo, quien había ido a verlo pese a su advertencia de no hacerlo.